Carmen Dauset Moreno, conocida como Carmencita o La Perla Sevillana, fue la primera bailaora que triunfó internacionalmente a fines del siglo XIX. Fue la primera en protagonizar un cortometraje de cine mudo en Estados Unidos. La cinta, censurada porque mostraba demasiado sus piernas y enagua, es considerada por algunos como el primer documental sobre flamenco andaluz.
Cuando la familia se mudó de Almería a Málaga la inscribieron en clases de danza. Tenía siete años. A los 14 ya daba funciones en España, Francia y Portugal. En 1889 se presentó en la Exposición Universal de París. Un agente artístico estadounidense quedó encantado y le ofreció contratarla para ir a bailar a Nueva York.
Participó en musicales y obras de vodevil en distintas ciudades. En un principio le costó conquistar al público, aunque luego inspiró a célebres pintores, poetas y fotógrafos. Escribieron sobre ella en distintos periódicos y revistas.
Un comité teatral del cuerpo de cadetes de Boston la invitó a bailar en el Tremont Theatre como cierre de una semana de espectáculos en homenaje a la institución. Organizaron en su honor el evento “Carmencita Ball”, que congregó a miles de personas en Madison Square Garden. Realizó giras tanto en Norteamérica como en Europa.
En 1894, el inventor Thomas Alva Edison quedó cautivado con ella desde la primera vez que la vio taconear. Tenía 26 años cuando él le propuso convertirse en la estrella de la primera filmación que haría con su kinetoscopio. Consagrada artista, famosa además por sus peteneras y jotas, formó la compañía Carmencita Royal Star Specialty y cerró su etapa en el país norteamericano con Holliday Street Theatre de Baltimore. Luego volvió a Europa y siguió dando conciertos en todo el mundo.
En 1901 viajó a Río de Janeiro para actuar en el estreno de la obra Moulin Rouge. Algunas noticias sugieren que después se trasladó a Recife como integrante de una compañía de zarzuelas, pero desde ese momento en adelante su historia se pierde. Se dice que murió a los 42 años en EEUU.