La escritora Astrid Lindgren circula en los billetes suecos de 20 gracias a su creación literaria mundialmente conocida Pippi Långstrump (Pippi Mediaslargas en Hispanoamérica).
Astrid creció en una zona rural de Suecia y siendo adolescente se trasladó a Estocolmo. Ahí estudió taquigrafía y a los 18 años fue madre soltera. En 1931 se casó con Sture Lindgren, trabajó en diarios locales, escribió cuentos y luego tuvo una segunda hija. En una ocasión en que su hija Karin estaba enferma de neumonía, ella comenzó a contarle historias de una niña aventurera que se llamaba Pippi Calzaslargas. El gracioso nombre del personaje y sus trenzas colorinas fueron tomando forma. Astrid escribió un libro para regalárselo a Karin en su cumpleaños número 10 y aprovechó de mandarlo a una editorial, pero el manuscrito fue rechazado. Meses después Lindgren ganó un premio por su libro “Cartas de Britta Mari” y entonces se animó a insistir con Pippi tras hacerle algunas correcciones. Finalmente, Rabén & Sjögren, hoy la principal editorial de libros infantiles en Suecia, lo compró y Pippi Calzaslargas se publicó en 1945.
Pippi fue traducido a 70 idiomas y en 1969 saltó a la pantalla para convertirse en la protagonista de una muy exitosa serie de televisión. Además, la escritora ahondó en la relación entre niños y adultos en sus libros “Mio, mi hijo Mio”, “Los Hermanos Corazón de León” y “Ronja, la hija del bandolero”. Estos tres títulos fueron filmados por cineastas suecos.
Aparte de su importante obra literaria, Astrid fue una reconocida activista que abogó por causas como la defensa de los animales y que siempre levantó la bandera del feminismo. En 1958 ganó el Premio Hans Christian Andersen, considerado el Nobel de literatura infantil y juvenil, y en 1994 recibió el Premio Right Livelihood, llamado también Premio Nobel Alternativo.