Rahaf Alakbani es una refugiada siria en Canadá, que armó Newcomer Kitchen, una organización sin fines de lucro conformada por un restaurant donde sirios como ella puedan cocinar y compartir su cultura.
Oriunda de Sueda, Rahaf Alakbani, graduada en Literatura Inglesa tuvo que huir de su país debido a los constantes bombardeos de la guerra. Cuando llegó a Toronto, Rahaf sintió que tenía que hacer algo por los refugiados y así fundó en 2016, junto a su marido, Newcomer Kitchen, una cocina abierta a todos aquellos sirios que quisieran preparar comida y compartir parte de su cultura. El resultado no sólo fue un éxito en otorgar un espacio donde los refugiados, especialmente mujeres, se sienten en confianza y pueden aprender de sus pares, sino que además se transformó en un restaurante ícono de la gastronomía siria en esa ciudad, donde viven alrededor de 10.000 de los 50.000 refugiados sirios que han llegado a Canadá en los últimos años.
Con más de 75 familias involucradas en la cocina, Newcomer Kitchen también ofrece clases de cocina tradicional siria y talleres corporativos de formación de equipos. Además es una fuente de ingreso económico para quienes cocinan, pues la comida es vendida online y las ventas se reparten entre todos los que participan, un modelo que Rahaf espera pueda ser replicado por cualquier refugiado en cualquier cocina del mundo.
Cocinera autodidacta, este año Rahaf tomó un nuevo desafío que involucra a los afectados por la guerra: cocinar paquetes de comida que además de ser transportables durante miles de kilómetros, sean alimentos apetitosos y digeribles por las personas que los reciben. Así Rahaf tomó un plato típico de su cultura, mujaddara, hecho de lentejas, burgol y cebollas fritas deshidratadas, y modificó la receta para crear 150.000 porciones que serán transportadas y lanzadas por Globalmedics en lugares con población desplazada en Siria.