La revista Nature fue impresa por primera vez en 1869 y desde entonces se ha convertido en una de las publicaciones más importantes del mundo científico. Es ahí donde se han divulgado descubrimientos tan importantes como el hoyo en la capa de ozono, el hallazgo de nuevos planetas, o la estructura de doble hélice del ADN. Para cualquier científico es un honor, y es muy, muy difícil, publicar ahí sus estudios y conclusiones. Ahora, por primera vez en sus casi 150 años de historia, Nature será liderada por una mujer como editora: la genetista británica Magdalena Skipper.
Magdalena se enamoró de la ciencia desde que era una escolar. Su doctorado en genética es de la Universidad de Cambridge, donde se especializó en la determinación del sexo de ciertos gusanos. El postdoctorado fue en el Centro Imperial del Cáncer, y mientras estudiaba ahí sintió que le gustaría estar más conectada no sólo con su propia investigación, sino con las que estaban haciendo todos sus colegas; ver el gran panorama de la ciencia.
Postuló entonces como editora al área de genética de la revista Nature, donde comenzó a trabajar en el año 2001. Ahí ha tenido varios roles, ha sido alabada por su ojo rápido e interesado y por ser una gran editora de los textos científicos. Su último rol antes del gran ascenso fue hacerse cargo de otra publicación de la misma editorial llamada Nature Communications.
Skipper relevará a Sir Philip Campbell, quien ha estado 22 años al mando de Nature. Dice ella que está un poco abrumada de que su cromosoma X tenga ahora tanta atención; está muy honrada de ser la primera mujer en el cargo y ser una modelo a seguir para las niñas, pero también cree que su género no debería importar tanto como su trabajo. Sus planes para Nature incluyen darle atención a investigadores jóvenes, y, sobre todo, su tema es la transparencia en los estudios científicos; entender cómo llegaron a los resultados, que estos sean replicables. Skipper quiere publicar estudios innovadores, y parte de los nuevos tiempos.