Zora Hurston, antropóloga y escritora estadounidense, relató la vida afroamericana, recopiló y promovió el folclor afrodescendiente. Figura central en el Renacimiento de Harlem, hoy es considerada como una de las más destacadas autoras del siglo XX.
Nació en Alabama y creció Eatonville, Florida, el primer pueblo “negro” incorporado a EE.UU y administrado por afrodescendientes. John Hurston, su padre, fue un predicador bautista y uno de los primeros alcaldes de la localidad. Lucy Potts, su madre, de la que se sabe muy poco, murió cuando ella tenía 13.
Tuvo que dejar la escuela porque su padre ya no la pagaba,y tomó un tiempo trabajo como criada. Deseosa de terminar la secundaria, a los 26 fingió ser diez años menor para regresar a la escuela. Obtuvo su diploma y luego se matriculó en la Howard University en Washington donde se interesó en la literatura. Ganó una beca para estudiar antropología en la Barnard College en Nueva York y se convirtió en discípula de Franz Boas, considerado el “padre de la antropología norteamericana”.
Como antropóloga y narradora formó parte del renacer del arte “negro” en Harlem. Financiada por Charlotte Mason, su mecenas, regresó a Eatonville y realizó un análisis autoetnográfico. Como resultado publicó en 1935 la primera colección de la cultura y el mundo folclórico afrodescendiente: Mules and Men.
Obtuvo la beca Guggenheim de investigación para viajar a Haití y a Jamaica a indagar sobre la práctica del vudú. Redactó Their Eyes Were Watching God, novela considerada como un clásico de Harlem y quizás su texto más conocido, y Tell My Horse, donde agrupó sus conclusiones y experiencias personales durante su estancia en el Caribe.
Debido al clasismo y racismo de la época, criticaron su obra por la representación del dialecto afroamericano que utilizaba en los diálogos de sus personajes. Sin lograr los frutos económicos necesarios, trabajó como profesora o como empleada doméstica y falleció pobre en un hogar de beneficencia. Su historia ha tenido interés póstumo, y varios reconocimientos décadas después de su muerte.