“Cuando nos empezamos a llamar feministas fue como una bomba”. La palestina Zahira Kamal nació en Jerusalén el año que se acabó la 2da Guerra Mundial. Su primer triunfo feminista fue que el presupuesto familiar le financiara una carrera universitaria a ella al igual que a sus hermanos. Así estudió Física en el Cairo y durante años se dedicó a la educación mientras participaba paralelamente en distintas organizaciones femeninas y políticas.
En 1978 Zahira fundó una organización para impulsar el empoderamiento de las Mujeres Palestinas. Un año después las autoridades israelíes le impidieron abandonar Jerusalén durante más de siete años.
Cuando regresó al país y comenzó a ocuparse de ayudar a su familia, su padre murió, y Zahira se puso a trabajar primero como profesora para hacerse cargo de su madre y siete hermanos, y asegurarse que nadie más tomara decisiones por ellos. Parte de su trabajo incluía hacer voluntariado en un campo de refugiados palestinos, y ahí Zahira, ya una vanguardista dentro de las mujeres de su país, comenzó a ver realidades que quiso cambiar: “Vi a las mujeres, la vida miserable de las mujeres, con el alto número de hijos que tienen. A veces ya tienen ocho mujeres y quieren seguir hasta tener un hombre. Para mí, significó que debíamos trabajar en eso”. Desde entonces, además de luchar por la liberación palestina, ha trabajado para que las mujeres de su país tengan igualdad de empleo y educación, como base para igualdad en todo lo demás.
Fue la primera ministra para Asuntos de la Mujer de la Autoridad Nacional Palestina entre 2003 y 2006, luego trabajó en Unesco y actualmente es la Secretaria General de la Unión Democrática Palestina. Cargo que por primera vez ocupa una mujer. Ha sido una de las tres mujeres que se ha involucrado en las negociaciones de paz en Medio Oriente.