Nació en Suecia y su primer club fue en Gradignan, al sur de Francia. Alexandra Benado Vergara, con apenas 8 años, era una de las dos niñas que participaban en el equipo de fútbol de la pequeña ciudad. Luego de que su madre, Lucía Vergara – militante del MIR –, fuera asesinada en Chile, su familia dejó Europa. Se instalaron en Cuba. El fútbol quedaría limitado a la playa junto a su padre y hermano; apenas una “pichanga” recuerda en el país caribeño.
A comienzos de los noventa volvió a Chile y al fútbol. Tenía 14 años. No se perdió un partido en los recreos. Hasta formó parte del equipo del colegio Rubén Darío en la liga comunal Dragones de la Reina. Era la única mujer, no del equipo, del torneo. En el verano del 93’ se incorporó al extinto equipo femenino del Sportivo Milano de Colina y al año siguiente reforzó a Palestino. Fue llamada a la Selección chilena y se convirtió en la integrante más joven de la delegación que viajó a India. Fue el primer viaje intercontinental en la historia de La Roja Femenina.
Participó en la creación de “La Red”; que nació como una revista de fútbol femenino. Vinieron seminarios, congresos y el desarrollo del primer cuadrangular de fútbol femenino a nivel universitario. Se convirtió en una escuela de la disciplina.
Una lesión la dejó fuera del que parecía su último sudamericano con la Roja, en 2003. Ese mismo año viajó al seminario del Mundial Femenino que se desarrolló en EEUU. Superada su lesión siguió jugando ligas de futbolito, fue DT de algunos clubes y equipos universitarios.
En 2008 Chile fue sede de la Copa del Mundo Femenina Sub 20 y el torneo de clubes pasó a manos de la ANFP. Ese año y el siguiente, asumió como DT de Provincial Osorno. En septiembre del 2009 un inesperado llamado la obligó a rechazar la “Beca Chile”. Marta Tejedor, entrenadora de la selección femenina, le pidió que se vistiera nuevamente de corto.
Necesitaba experiencia en el camarín de la Roja. Chile se preparaba para un nuevo sudamericano: Ecuador 2011 era la meta. Volvió a jugar, y se despidió de la selección en cancha. Desde febrero del 2012 y hasta marzo del 2016 formó parte de la Comisión de Fútbol Femenino de la FIFA. Era la única sudamericana en la delegación.
Hoy es coordinadora ejecutiva de Londres 38, un espacio de memorias. Ha también dado una pelea como activista LGBTI, donde lucha por los derechos de filiación de sus mellizos; en 2013, llegó a denunciar al Estado Chileno en la Corte Interamericana de DDHH, para que madres de parejas homoparentales como ella, tuvieran derechos y reconocimiento jurídico.
Colaboración: Javiera Court