La activista medioambiental Txai Suruí conmovió a los líderes mundiales reunidos en la COP26, haciendo un llamado a la acción en la lucha por el medioambiente en nombre de los pueblos indígenas, los que sufren las consecuencias de la desaparición de la naturaleza.
Txai es originaria del estado de Rondonia, al norte de Brasil. Es parte de los indígenas Suruís, que se han visto muy afectados por el desastre medioambiental. La vocación activista viene de familia: su madre es fundadora de una asociación de defensa medioambiental, y su padre, uno de los líderes indígenas que más ha criticado al Presidente Bolsonaro.
Txai es estudiante de derecho, y creadora del Movimiento Juvenil Indígena de Roraima y trabaja también en la Asociación de Defensa Medioambiental Kanindé.
“La Tierra nos está hablando”, le dijo a los líderes del mundo presentes en Glasgow para abordar la crisis climática. “Nos dice que no tenemos más tiempo”. Contó que su pueblo es testigo de la desaparición de los animales, la muerte de los ríos y que las plantas ya no florecen como antes. Los Suruíes vivieron en paz con la naturaleza por siglos, hasta la llegada del hombre blanco, que también es trajo sus enfermedades. En los últimos años, Txai ha sido testigo de la invasión en sus tierras, de la deforestación y la contaminación de sus aguas.
“Los pueblos indígenas están en la primera línea de la emergencia del cambio climático, debemos estar al centro de las decisiones que aquí se tomen”, exigió.