Sabiha Gökçen fue la primera mujer piloto de combate de Turquía y el mundo. Conocida como “la niña de los cielos”, durante los 28 años que estuvo en la Fuerza Aérea Turca realizó 8 mill horas de vuelo, piloteó 22 tipos distintos de aviones y participó en 32 operaciones militares. Recibió la Medalla de Oro de la Federación Internacional de Aviación en 1991. En su conmemoración un aeropuerto de Estambul lleva su nombre.
Nació en condiciones de extrema pobreza y vivió en un orfanato. Cuando tenía 12 años, Mustafa Kemal Atatürk, fundador y primer presidente de la República de Turquía, visitó su provincia, y Sabiha le contó su deseo de estudiar. Mustafa la adoptó y la llevó a vivir a la residencia presidencial en Ankara.
Asistió a la escuela Cankaya Elementary y al colegio para niñas Üsküdar. En 1935, su padre adoptivo la llevó a la ceremonia de apertura de la Escuela de Vuelo Türkkuşu de la Asociación Aeronáutica de Turquía. A ella le encantó. Atatürk le dijo al director de la escuela que la inscribiera como la primera aprendiz femenina.
Cuando tenía 23 años la enviaron a Rusia junto a otros siete estudiantes hombres para un entrenamiento avanzado de vuelo sin motor. A su regreso, pese a que las escuelas militares turcas no aceptaban mujeres, por orden de su padre ingresó en la Escuela Aérea Militar de Eskişehir.
Tras recibir sus patentes de vuelo decidió convertirse en piloto de guerra. Se preparó durante seis meses en el Primer Regimiento de Aeronaves en Eskişehir. En 1937 participó en operaciones militares durante la rebelión de Dersim y se convirtió en la primera mujer piloto de combate de la fuerza aérea turca.
Al año siguiente la nombraron entrenadora jefa de la Escuela de Vuelo Türkkuşu. Fue instructora de vuelo durante 16 años, formó a cuatro nuevas aviadoras. Se convirtió en miembro de la junta ejecutiva de la Asociación Aeronáutica. En 1996 fue seleccionada como la única mujer piloto para el cartel de “Los 20 mejores aviadores de la historia” publicado por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.