Ruthie Thompson fue una de las mentes que dio vida a producciones de Disney durante décadas, trabajando en las animaciones de clásicos como Blanca Nieves, Pinocho y Dumbo.
Su vida se ligó a la producción a temprana edad, dado que vivía cerca del Disney Bros. Cartoon Studio, centro de animación que admiraba a diario cuando iba camino a la escuela. De niña fue extra en aquellas producciones y cortometrajes que mezclaban animaciones y acciones vivas. Más tarde ingresó y se graduó del Hollywood High School, para retornar a la empresa a través de su escuela nocturna y luego como miembro del estudio.
Estuvo por más de cuatro décadas en los estudios de Disney, comenzando como pintora, en entintado y desarrollándose en el trabajo de campo. Más tarde se adentró en la animación, específicamente en la regulación de colores y líneas. Su labor se extendió a la revisión final de las piezas, la supervisión de escenas y el trabajo de cámara, siendo reconocida por su habilidad y perspicacia para un uso eficiente de los movimientos de estos aparatos. Esto la llevó a convertirse en una de las primeras mujeres en ser parte de la Unión Internacional de Fotógrafos en 1952.
Thompson se transformó en una de las trabajadoras más destacadas dentro del universo cinematográfico de Disney, donde supo crear y dar vida a un mundo de ficción en el que la esfera digital aún estaba lejos de las creaciones animadas. En el año 2000 fue reconocida como “Leyenda” del estudio dado su trabajo y contribuciones. Además, junto a los hermanos Disney, fue una de las trabajadoras con más trayectoria. Con una vida longeva, Ruthie falleció a la edad de 111.