Rosa Sensat fue una educadora española que revolucionó el mundo pedagógico, con una perspectiva basada en el compromiso social y divulgación de ideas académicas, las que impulsaban la igualdad de género y la promoción de las niñas en diversas disciplinas.
A comienzos del siglo XX los cimientos de la educación se comenzaron a levantar en torno a nuevas perspectivas, basadas en la colaboración y de carácter integral. En esta vanguardia y pedagogía progresista, Rosa Sensat buscó renovar la institucionalidad de la mano del protagonismo e inserción de la mujer, así como una formación cercana a la naturaleza.
Rosa se acercó a la Institución de Libre Enseñanza, donde logró consolidar su base pedagógica enfocada en un aprendizaje humano y multidisciplinario, alejado del idealismo político, religioso o dogmático. En 1914 se convirtió en directora de la que fue considerada la primera escuela pública al aire libre, o también conocida como “escuela del bosque”, lugar donde destacó los actos cotidianos y de vida diaria como herramientas principales de aprendizaje, más allá del tecnicismo y centrándose en la integridad de sus alumnos.
Desde allí impulsó sus principales principios, en los que destaca la promoción de la participación de niñas en áreas científicas, potenciando su formación más allá de los estándares e imposiciones sociales que las limitaban sólo al hogar. La pedagoga creía que la educación era el elemento principal para el desarrollo de las personas sin brechas de género, por eso promovía un mayor tiempo de exploración o experiencias científicas para mujeres por sobre las tareas domésticas.
De esta manera, Rosa Sensat apoyaba el feminismo catalán desde la educación, y logró convertirse en una de las gestoras y directoras del Instituto de Cultura y Biblioteca Popular de la Mujer, donde potenció una entrega intelectual para mujeres de la clase media o sector proletario. Así, se convirtió en una referente de la pedagogía progresista y feminista. Tras su muerte se formó la Escuela de Maestros Rosa Sensat en Cataluña.