La abogada tanzana Rebeca Gyumi fundó Msichana Initiative, ONG que tiene como objetivo empoderar a las niñas de su país a través de la educación para que aspiren a ser más que esposas y madres. Con su activismo logró derogar la ley que permitía que las niñas se casaran a los 14 años con una orden judicial y a los 15 con el consentimiento de su madre y padre.
Antes del falló histórico que anuló la Ley de Matrimonio que permitía que niñas se casaran, en Tanzania cada año casaban a 12 millones de niñas antes de los 18 años, 23 chicas por minuto. La práctica de casarlas de pequeñas es legal en más de 90 países, lo que las vuelve más vulnerables a sufrir violencia, pobreza y falta de educación.
En su infancia vio cómo algunas de sus compañeras dejaban la escuela al casarse y embarazarse. A los 20 años se dio cuenta que esta era una realidad nacional. Recién supo sobre la Ley de Matrimonio de 1971 cuando ingresó a la universidad a estudiar derecho.
En 2016, luego de ejercer como abogada algunos años, Rebeca junto a sus colegas decidieron presentar una petición contra la Ley de matrimonio. Recopilaron informes para demostrar que el matrimonio infantil para las niñas era un problema en todo el país y por qué debía detenerse.
Desafió el sistema legal en su país Tanzania y ganó un falló histórico: elevar la edad para contraer matrimonio a 18 años. A pesar de recibir algunas críticas por socavar las creencias culturales y religiosas, la mayoría de sus connacionales apoyaron su lucha para acabar con el matrimonio infantil. El Tribunal Superior de Tanzania dictaminó que el matrimonio de menores de edad era inconstitucional, aunque el año pasado un grupo apeló. Dijeron que el matrimonio infantil protegía a las niñas de quedar embarazadas antes de casarse.
Fue nombrada Mujer del año 2016 por la revista New Africa. Ganadora del Premio Global Goal de UNICEF y el Premio de Derechos Humanos de la ONU -por su lucha por los derechos de las niñas tanzanas-, en 2020 la incluyeron en la lista de las 100 mujeres de la BBC.