Icono indiscutible para varias generaciones que bailaron sus canciones como verdaderos himnos, la actriz, bailarina, coreógrafa y compositora italiana Raffaella Carrà murió a los 78 años, dejando atrás décadas de música y espectáculo, pero también una historia de activismo y mensajes políticos, que quedará en la historia.
Su carrera artística comenzó de manera prematura cuando Raffaella Maria Roberta Pelloni tenía 9 años y actuó en la película Tormento del passato (1952). A los 15 años se matriculó en el Instituto de Cinematografía y se formó como bailarina. En 1960 debutó como actriz de cintas italianas y francesas, en 1965 firmó contrato con 20th Century Fox y se trasladó a Hollywood. Allá protagonizó una película junto a Frank Sinatra, pero, según contaría más adelante, el mundo de las drogas y el alcohol y la cultura estadounidense le resultaron muy ajenas y pronto volvió a Italia.
Entonces comenzaron sus años de éxito en la cadena de televisión RAI y el encanto de su melena platinada, su simpatía y talento, traspasó la pantalla. También protagonizó algunos escándalos en la época por su atrevimiento y por mostrar el ombligo en tv, lo cual causó la molestia del Papa. En 1975 la show woman italiana lanzó un álbum con versiones de sus canciones en español que causaron furor en América Latina. Comenzó a realizar conciertos por el continente y sus presentaciones en programas de televisión chilenos como Sábado Gigante y el Festival de Viña fueron históricas. En 1983 obtuvo su propio programa de televisión: Pronto, Raffaella? y durante los 80, 90 y 2000 se mantuvo vigente y siempre moderna.
“Libertad es la palabra para poder vivir” señaló en más de una oportunidad y tanto en su música como en sus declaraciones, lo vivió así. “La Carrà” fue muchas cosas a la vez: icono de moda, personaje pop, precursora feminista, políticamente comprometida con el comunismo y la clase trabajadora, pero además una férrea defensora de la igualdad, convirtiéndose en musa de la comunidad LGBTI tanto por sus letras como por la alegría de su música. Sergio Japino, su pareja durante décadas, fue quien comunicó su muerte, producto de una larga enfermedad.