Paula Rego fue una artista plástica portuguesa que revolucionó a la esfera cultural a través de la pintura figurativa, con lo que retrató diversas realidades de género como el aborto o el dominio hacia las mujeres.
Rego nació en Lisboa en medio de la dictadura de Salazar. Desde pequeña sus dotes artísticos estuvieron presentes y fueron sus maestros quienes la motivaron a desarrollarlo, sin embargo, no sería hasta su llegada a Londres donde Paula se consolidó como artista. Estudió en la Slade School of Fine Arts, comenzando con creaciones más características del mundo abstracto y neodadaístas materializadas en retratos ‘traumáticos’ inspirados en el contexto social de su país natal.
Más tarde llegó a su estilo figurativo y surrealista que plasmó en trabajos inspirados en obras literarias y cuentos infantiles. Con características siniestras y a veces distorsionadas, la artista retrató fenómenos sociales complejos como el ser mujer en la sociedad, la dicotomía ente el poder femenino y la subordinación social a la que está sometida el género, la dominación, el aborto, la mutilación genital, el abuso, la desigualdad social y el autoritarismo.
Paula usó su arte como una forma de denuncia y cuestionamiento a problemáticas de la realidad, y como una manera de plasmar sus miedos y desconsuelos. Un ejemplo de esto es su obra Triptych (1998), que retrata las vivencias de las mujeres en medio de los abortos clandestinos, apelando al carácter emocional/social y a la criminalización que existe del fenómeno.
De esta forma su trabajo figurativo destacó en medio del arte conceptual que primaba en las décadas finales del siglo XX. Las obras de la artista se encuentran en ‘La Casa Das Historias de Paula Rego’ y sus colecciones están disponibles en más de veinte lugares del mundo, entre ellos British Museum y el Metropolitan Museum of Art.