Nzambi Matee es una joven emprendedora keniata de 30 años que en 2018 fundó Gjenge Makers, empresa que utiliza plástico para fabricar unos ladrillos que tienen una resistencia superior a la del hormigón. Matee se había especializado en ciencia de materiales y tenía experiencia en la industria petrolífera de Kenia. Al estar en permanente contacto con la contaminación por desechos plásticos y la cantidad de bolsas botadas en las calles de Nairobi, decidió aportar una solución al problema. Bajo su propio lema: ¡Actúa por la naturaleza! comenzó a idear una iniciativa.
En 2017, después de dejar su trabajo como analista de datos, comenzó a experimentar con distintos materiales en el patio de la casa de su madre. Gjenge Makers tomó unos tres años de trabajo arduo para tomar forma, además de invertir todos sus ahorros, pero valió la pena porque Nzambi ganó una beca para asistir a un programa de capacitación en emprendimiento social en Estados Unidos y estando allá redefinió, en los laboratorios de la Universidad de Colorado Boulder, distintas proporciones de arena y plástico de sus adoquines, además de desarrollar la maquinaria para producir los ladrillos sustentables.
Hoy Gjenge Makers recicla 500 kilos de plástico al día; residuos que acabarían en vertederos, ríos y mares o en las calles de Nairobi. Sus adoquines se utilizaron recientemente para cubrir los caminos de tierra en el Centro de Capacitación de Habilidades de Mukuru ubicado en un barrio marginal de la capital keniata.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha reconocido el trabajo de Nzambi Matee y la premió con el galardón ambiental de la ONU, para menores de 30 años, que se entrega anualmente a siete personas científicas, ingenieras, empresarias y activistas de todo el mundo denominados Jóvenes Campeones de la Tierra 2020.