“Soy Directora de Orquesta”, así se presenta Ninoska Medel. Llegar a donde está le ha costado, siempre supo que iba a ser así. Desde adolescente tuvo que adaptar su vida a una carrera que ni siquiera existe en Chile. Ninoska es una de las Bacanas Sub 30 de 2021, elegida por Mujeres Bacanas y el Programa de la Autoestima de Dove.
Su incursión en la música se inició con la creación de la Orquesta Juvenil e Infantil de Pudahuel, su comuna, en el año 2003. Empezó tocando violín y a los 11 años se mudó a San Ramón con su familia. Su mamá, su tía y su abuela fueron quienes se preocuparon de llevarla a sus clases para que ella pudiera continuar en la orquesta. Tomaban dos micros para llegar, en un viaje que duraba casi dos horas.
Cuando se sintió interesada por la dirección de orquesta le dijeron que “casi” no existían mujeres que se dedicaran a eso. “¿Cómo es posible?”, pensó, “si yo observaba que éramos más niñas que niños”. No lo podía entender. También le contaron que la carrera era sumamente exigente, lo cual lejos de desalentarla, fue un incentivo para optar por ella. Era un desafío académico, intelectual. Tendría que hacer valer su lugar en un ambiente que consideraba machista y clasista.
Obtuvo una beca para estudiar Licenciatura en Arte mención Teoría de la Música en la Universidad de Chile. Desde los 19 años comenzó a pedirle a David del Pino, uno de los más destacados representantes de la Dirección de Orquesta en Latinoamérica, ser su aprendiz. Cuando tenía 21 él finalmente aceptó. Ninoska tuvo que congelar su carrera para seguirlo por distintos países de Sudamérica. En muchos casos era la única mujer.
En el 2015 se fue cinco meses a Coyhaique y trabajó dirigiendo la orquesta infantil y juvenil de la Fundación Educacional San Pablo. Fue su primera práctica como maestra. Le gustó tanto que a los años concursó para ser directora de la Orquesta Sinfónica Juvenil Regional de Aysén y ganó. Entre 2018 y 2019 viajó por lo menos una vez al mes a la región.
El 2018 regresó a su alma mater para hacer el Magíster de Interpretación Musical con Mención en Instrumentos/Dirección, lo cual coincidió con la ola feminista de ese año. Ninoska propuso entregar el petitorio con un hito: “organicemos una orquesta y coro de mujeres”. Inició así una convocatoria abierta en busca de músicas y cantantes. El mismo año hizo una ponencia en el II Simposio Internacional de Mujeres Directoras organizado por Ligia Amadio, y en la tercera versión se encargó de hacer el panel de Chile.
En razón del 1º Encuentro Plurinacional de Las [mujeres] que Luchan, le dijo a la organización que la Orquesta de Mujeres de Chile (OMCH) podía tocar en la reunión; fue así como nació el nombre. Se siguieron presentando hasta la revuelta social del 2019. Luego, con la pandemia, tuvieron que continuar con actividades y clases online.
El 2020 Ninoska organizó el primer colectivo de directoras chilenas de coros, bandas y orquestas. Este año hizo su debut profesional con la Orquesta Sinfónica de Antofagasta con una obra hecha para ella por la compositora Valeria Valle, su profesora co-guía de tesis para graduarse de su magíster. En vez de presentar una investigación escrita, le permitieron orquestar la obra “Un violador en tu camino” de Las Tesis.
Ninoska cree que “hay que ampliar los espacios para hacer partícipes y protagonistas a las niñas en todo tipo de instancias públicas. Visibilizar referentes de todas las áreas para que sean ejemplos a seguir para las niñas”. Lo que a ella le ayudó, dice, fue: “contar con una red familiar de mujeres que siempre me motivaron a perseguir mis sueños y metas, sumado a las ganas personales de dejar huella en lo cultural, académico y social”.