Ayer la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU. y tercera autoridad de ese país, la demócrata Nancy Pelosi, anunció la puesta en marcha de la investigación para el proceso de destitución o impeachment contra Donald Trump. Finalmente el detonante son las presiones que habría ejercido el mandatario sobre Ucrania en un intento por perjudicar la candidatura de Joe Biden. Pelosi ha sido una de las grandes oponentes al gobierno Trump, pero había mantenido una posición más recelosa del impeachment.
Nancy Patricia D’Alesandro Pelosi fue electa congresista por primera vez en 1987; es la única mujer que ha ocupado la presidencia del Congreso y es la mujer electa de mayor rango en la historia de los Estados Unidos. Nació en Baltimore, Maryland, como la menor de siete hermanos y única mujer de una familia italoamericana. Su padre fue congresista y alcalde, y su madre activista, por lo que ella participó desde niña en política. Se graduó del Trinity College en Washington DC con licenciatura en ciencias políticas. Se casó con Paul Pelosi, vivieron en NY y luego en San Francisco, donde se hizo muy cercana de uno de los líderes del partido demócrata. Fue ascendiendo hasta llegar al Congreso.
En 2007 se convirtió en Presidenta de la Cámara de Representantes, pero por un período corto. En enero de este año, a sus 79 años, volvió a asumir este cargo. Pelosi es una figura controversial; querida pero también odiada. No solo tiene detractores republicanos, sino también dentro de sus propias filas. Sin embargo ha sido una figura clave en el Partido Demócrata por casi 15 años y se le reconoce su habilidad para sobrevivir en la política.
Dentro de sus batallas como congresista destaca su apoyo a los derechos de la comunidad LGTB y ser una de las principales opositoras a la Guerra de Irak. También combatió el intento del gobierno de Bush por privatizar el Seguro Social y luchó por la aprobación del programa de salud pública promovido por Obama. “Tal vez haga falta una mujer para limpiar la Casa Blanca”, ha señalado.