Miryam Singer, ganadora del Premio Nacional de Artes Musicales 2020, tiene una vasta trayectoria como intérprete y realizadora lírica.
Nació en la oficina salitrera de Victoria, y si bien se graduó de arquitecta, se formó en el canto desde 1982 en el Conservatorio de Música de la Universidad de Chile con la maestra Clara Oyuela, para luego perfeccionarse en Estados Unidos, Suiza e Italia con distintas maestras de canto lírico.
Debutó como cantante de ópera en Chile en 1984 con el director de orquesta Juan Pablo Izquierdo, para comenzar una prolífica carrera como soprano en papeles protagónicos en producciones como “Cosi fan tutte” de Mozart, “La Traviat” de Verdi, “La tosca” de Puccinni entre otras. Además, fue solista en obras sinfónicas corales, como “Misa de Requiem” de Mozart y de Brahms, “Misa en Si menor” de Bach, “Misa Solemne” de Beethoven y “Sinfonías” de Beethoven y Mahler.
Se presentó en diversas partes del mundo como el Conservatorio Tchaikowsky de Moscú y la Carnegie Hall en Nueva York. En Chile, si bien cantó en distintos lugares, fue tanto el Teatro Municipal de Santiago, como el Centro de Extensión Artística y Cultural sus principales casas artísticas durante 25 años.
A mediados de los noventa, fue premiada como la mejor cantante de ópera de 1994, por la Asociación de Críticos de Arte de Chile. Un año después comenzó su carrera como realizadora en la ópera, ejerciendo como directora, escenógrafa y diseñadora de vestuario de obras como “Las bodas de Figaro” de Mozart, “Madame Buttefly” de Puccinni y el debut en Chile de “Orfeo” de Monteverdi.
En 2009 cantó por última vez, en el Teatro Municipal de Santiago, con el fin de enfocarse en la realización de óperas, así como en la docencia. Desde 2010 es la Directora de Artes y Cultura de la Vicerrectoría de Investigación y ha gestionado óperas al aire libre gratuitas para el público, en espacios donde nunca se habían representado ópera, como el Teatro de la Oficina Salitrera Humberstone, la Quinta Vergara de Viña del Mar, y la Plaza de Armas de Santiago.