En una época donde los tatuajes no eran habituales -ni mucho menos bien vistos ya que se consideraban propios de delincuentes- la circense trapecista y contorsionista Maud Stevens Wagner rompió esos prejuicios de la sociedad convirtiéndose en la primera mujer tatuadora profesional de la historia estadounidense.
Durante su juventud, Maud trabajó mucho tiempo en circos itinerantes. Un día a sus 27 años, en una de sus presentaciones, conoció a Gus Wagner, “el hombre más tatuado en América”. Comerciante, marino y circense que había viajado por el mundo; regresó a Estados Unidos cubierto con más de 300 tatuajes. Él decía que había aprendido el arte de tatuar en las tribus de Java y Borneo en Indonesia, y Maud rápidamente quiso aprender.
Todo partió con una cita. “Si quieres salir conmigo hay una condición”, le diría Maud a Gus, “que me inicies en el mundo del tatuaje”. Y como forma de cortejarla, Gus le enseñó y la empezó a tatuar. Fue así como ella aprendió la técnica tradicional conocida como stick&poke y se convirtió en una talentosa artista. Con tatuajes hechos a mano, de diseños simples y detalles minuciosos, Maud se casó con Gus unos años después y ambos se dedicaron al oficio de tatuar.
Muy pronto la pareja comenzó a demostrar su destreza artística en ferias, veladas de burlesque y freak shows de todo Estados Unidos. La habilidad de Maud y Gus sorprendía por su sencillez, y muchos eran los que querían que estos dos artistas les dibujasen la piel.
Paralelamente, Maud también se tatuaba a sí misma y, junto con los que le realizaba su marido, pronto convirtió su cuerpo en una atracción. Stevens recorrió el país exhibiéndose en los espectáculos de freaks y consiguió romper el estigma que rodeaba a las mujeres que intervenían sus cuerpos con colores y sombras.
Maud nunca llegó a utilizar una máquina de tatuar, a pesar de que en aquellos tiempos muchísimos tatuadores ya las usaban. Fiel a su estilo, Maud empezó a decorar los cuerpos de sus compañeros del circo, e incluso a voluntarios del público que asistían a sus funciones.