Marie Tharp y Bruce Hezzer fueron los primeros en crear un mapa científico de todo el mundo y el suelo oceánico. La obra expuso una prueba irrefutable de la deriva continental y revolucionó al mundo de la cienca y su limitado conocimiento acerca de los límites entre placas tectónicas.
Tharp nació en Michigan, Estados Unidos. Heredó gran inspiración de su padre, William, quien se dedicaba a la confección de mapas para la clasificación de suelos. Bertha, su madre, era profesora de alemán y latín. Egresó con un máster en inglés y música de la Universidad de Ohio en 1943, luego obtuvo el diploma de geóloga en la Universidad de Michigan y posteriormente el de matemáticas en la Universidad de Tulsa.
En 1948 viajó a Nueva York y trabajó como dibujante técnica en el laboratorio geológico Lamont de la Universidad de Columbia. Fue ahí donde conoció a Bruce, con quien comenzó a trabajar en distintos proyectos previos al comienzo de la topografía del suelo oceánico.
Debido al contexto social las mujeres no eran admitidas en embarcaciones, y por los primeros 18 años de investigación, Tharp se desempeñó en trazar los datos que Hezzen reunía en sus viajes. Sin embargo, de manera independiente, incluyó también información de otras expediciones organizadas por instituciones encargadas de estudiar sismos.
A comienzo de la época de los 50, Marie hizo su más grande descubrimiento: una grieta en el océano Atlántico que llamó dorsal Mesoatlántica. Este hecho mostró la primera evidencia del movimiento de los continentes, pero solo figura el nombre de Bruce en los datos oficiales hasta 1963. El trabajo completo fue publicado en 1977, mismo año en que murió Hezzen.
Marie continuó como geóloga en Columbia hasta 1983, cuando decidió comenzar un emprendimiento de confección y venta de mapas en Nueva York. En el año 2006, ya retirada, falleció producto de un cáncer. Un cráter en el hemisferio sur de la luna, fue nombrado ‘‘Tharp’’ en su honor.