Es uno de los grandes orgullos del deporte chileno femenino: la pesista María Fernanda Valdés se convirtió en la campeona mundial de halterofilia en Anaheim 2017 cuando llegó a levantar 146 kilos en su categoría. Además se llevó el oro en los últimos Juegos Panamericanos de Lima 2019, demostrando tanto su fuerza física como mental.
Fernanda nació en Coquimbo, y fue en unas vacaciones de verano que sus padres la impulsaron a practicar un deporte. Así se inscribió en un gimnasio que estaba ubicado al costado del Coliseo Monumental de La Serena, donde conoció a su primer entrenador. Comenzó a practicar, competir y descubrió la felicidad que le daba estar sobre una tarima levantando pesas.
A los 17 años la llamaron para una competencia internacional. Fue una época difícil de cambios, donde partió entrenando como deportista de alto rendimiento, debía terminar sus estudios y se mudó a vivir a Santiago, para abrirse camino en una especialidad que por años fue considerada masculina.
La pesista fue a los Juegos Olímpicos de Londres 2012, pero en 2014 estaba casi al borde del retiro. No sólo estaba sin triunfos, sino que su confianza comenzó a decaer. Se sentía con sobrepeso, se alimentaba mal, y en unos juegos Odesur simplemente se fue a blanco. “Me convencí de que no servía”, contó. Valdés pidió ayuda al Comité Olímpico para volver a su nivel y competir en grande. Regreso triunfante a las pistas en 2015, logrando una medalla de plata panamericana en Toronto.
Luego, en los juegos de Río de Janeiro 2016 Valdés brilló, y desde entonces su carrera ha estado llena de logros. Se tituló de campeona mundial 2017 en Estados Unidos, y ese mismo año que fue reconocida con el Premio Nacional de Deporte por su trayectoria ejemplar; y el 2018, obtuvo el primer lugar en los Juegos Suramericanos de Cochabamba, Bolivia, y el cuarto puesto en el Campeonato Mundial de Asjabad, Turkmenistán. Y vino su mejor récord en los Panamericanos de Lima 2019.
En este año de pandemia Fernanda se operó del hombro, y aprovecha la postergación de los Juegos Olímpicos de Tokio para estar a su cien por ciento y continuar demostrando que con trabajo y pasión, podemos llegar lejos. “Aportar a que mi deporte sea más visible y además mostrar que no solo existe el estereotipo de la mujer delgada, que hay otros tipos de bellezas”, ha dicho la campeona mundial.
* Colaboración del Programa para la Autoestima de Dove, que por más de 10 años ha ayudado a padres, mentores, profesores y líderes juveniles con educación sobre autoestima, llegando a más de 20 millones de jóvenes en el mundo.
Crédito foto principal: Agencia UNO.