La investigadora María Cumplido ha solucionado un problema matemático abierto hace veinte años.
Nació en Córdoba y siempre le gustaron las matemáticas. A a los 13 años María fue a unos concursos escolares que sellaron su pasión por los números. Eso sí, también le gustaban las artes y las letras, y en retrospectiva, sentía que a las mujeres no se las alentaba a ser las mejores en matemáticas. Sin embargo, María hizo de los números su carrera, y tiene doctorados de la universidad de Sevilla y la de Rennes. Actualmente vive en Edimburgo, donde cursa un post doctorado.
Fue tras cinco años de arduo trabajo que María Cumplido logró una hazaña: resolver un problema teórico que data de hace dos décadas. Tiene que ver con los grupos de trenzas, objetos matemáticos que se mueven en tres dimensiones pero nunca se tocan. María aplicó una unión de álgebra y geometría, arrojando algo de luz también en los grupos de Artin. En el futuro, sus trabajos podrían ayudar a la seguridad informática y otras disciplinas.
Por su investigación María ganó el premio de matemáticas Vincent Casselles, otorgado por la Real Sociedad Matemática Española. Ella ha dicho que las matemáticas le gustan porque las encuentra hermosas, basadas en sólo un par de principios que construyen todo un universo de números. En el futuro quiere seguir dedicándose a sus teoremas, a investigar y dar clases, para devolver a la sociedad lo que ella ha recibido.