Fue editora y fundadora del primer- y único- periódico totalmente femenino en Chile, creado en 1877. Lucrecia Undurraga nació en Illapel en 1841 en el seno de una familia muy acomodada y cuando tenía nueve años se trasladó a Valparaíso para incorporarse un colegio para señoritas dirigido por la profesora liberal argentina María Josefa cabezón. Su juventud transcurrió principalmente en la ciudad Illapel, donde su familia se dedicaba a la agricultura y minería. Se casó con el empresario Manuel José Somarriva y al enviudar quedó a cargo de una estancia en las cercanías de Illapel. El dinero que pudo administrar lo dedicó a financiar distintas obras culturales e intelectuales.
Su producción incluyó ensayos, discursos, obras teatrales, cuentos y artículos publicados a través de revistas culturales de la época como La Revista del Pacifico (1858-1861), La Sud Americana (1860-1863) y La Brisa de Chile (1875-1876). Uno de sus ensayos más destacados se llamó “El lujo” y ahí adhería los postulados de Rosario Orrego criticando el exceso de ostentación.
En 1877 fundó “La Mujer”, periódico semanal con artículos de historia, política, literatura, artes y localidad. Este periódico fue escrito completamente por mujeres siendo su lema “regeneración i emancipación de la mujer”. Lucrecia le otorgó a esta publicación un espíritu liberal coherente con su postura, dándoles espacio a otras autoras con las mismas inquietudes. En su momento no pasaron inadvertidas e incomodaron a los sectores más conservadores de la sociedad. La transcripción íntegra del periódico -más notas preliminares-, acaba de ser editado por Verónica Ramírez y Carla Ulloa a través de la Editorial Cuarto Propio y la Universidad Adolfo Ibáñez. En sus páginas se describe como “La Mujer” pretendía: “instruir y capacitar al sexo femenino hasta interesarlo en la totalidad de los problemas nacionales. Despertar la conciencia de la mujer y luchar contra las fuerzas poderosas, amontonadas a su alrededor por costumbres inveteradas, para obtener la igualdad de facultades (…) Ese primer grito de culturización de la mujer quedó acallado por los prejuicios de la época”.
Undurraga fue reconocida por intelectuales de la época como José Victorino Lastarria y por la destacada escritora colombiana Soledad Acosta de Samper. No hay registro de su militancia política pero su pensamiento progresista la ponen a la vanguardia intelectual femenina chilena. También hay documentos que acreditan que apoyó la causa balmacedista. Lucrecia murió en 1901 en Santiago.