En 1977 fue la primera mujer en ser nominada a mejor director en los premios Oscar –sólo han sido cinco en total hasta el día de hoy, y una sola ha ganado-. En un rubro particularmente dominado por los hombres en la industria, la directora italiana se convirtió en pionera con su filme Siete bellezas. Ahora se acaba de anunciar que recibirá un Oscar honorario, por su trayectoria.
Lina Wertmüller nació en una familia acomodada en Roma, y ya siendo quinceañera había sido expulsada de una decena de colegios. Con 16 años se decidió a estudiar artes dramáticas en la Academia Nacional, y luengo emprendió una carrera en el mundo de las marionetas, su primer amor.
Estaba entre giras y presentaciones cuando una antigua compañera de escuela le presentó a su marido: el mítico director Federico Fellini, quien se convirtió en el gran mentor cinematográfico de Wertmüller. Lina se convirtió en su asistente de dirección para la película Fellini 81/2. En 1962 hizo su debut como directora con I basilischi. Durante los años sesenta comenzó a trabajar con su actor fetiche, Giancarlo Giannini. Los años setenta son considerados su peak creativo, partiendo con La seducción de Mimi (1972), donde un obrero debe huir de su pueblo por votar por el candidato comunista en vez del mafioso. Vinieron luego Amor y anarquía (1973), donde un hombre espera asesinar a Mussolini, luego Insólita aventura de verano (1974), donde una mujer rica y un hombre de su tripulación naufragan y sus visiones capitalistas y comunistas chocan. Y Siete bellezas, la cinta que la llevó a hacer historia en los premios de la Academia con cuatro nominaciones, incluyendo mejor director y mejor guión. La historia sigue a un italiano común que deserta del ejército, pero es capturado y enviado a un campo de concentración alemán, donde a través de flashbacks nos enteramos de su historia. Las cintas de Wertmüller eran políticas, provocativas, sexuales, a veces divertidas, con hombres y mujeres protagónicos que jamás encajaban en el canon típico del cine comercial.
Tras el éxito de Siete Bellezas Hollywood se fijo en ella, pero tras el fracaso de su primera cinta para Warner Brothers terminaron su contrato anticipadamente. Siguió haciendo cine durante los 80 y 90.