En 1930 se convirtió en la primera persona conocida en someterse a una cirugía de cambio de sexo; la primera mujer trans. La exitosa artista danesa Lili Elbe se sometió a cinco intervenciones quirúrgicas para lograr convertirse en quien ella realmente era.
Nació como Einar Wegener, y en la Escuela de Bellas Artes de Copenhague a su mujer, la también artista Gerta Gottlieb. Un día Gerda le pidió a su esposo que reemplazara a una modelo que no había llegado. Einar Wegener aceptó. Posó con medias, tacos. Se sentía a gusto, cómoda.
Lili, mientras aún la conocían como Einar, se especializó en pintura de paisajes. Exhibió sus obras en la Kunstnernes Efterårsudstilling, en el Vejle Art Museum y en el Salon d’Automne de París. En 1907 recibió el premio Neuhausen, galardón danés para arquitectos y artistas visuales.
Se convirtió en la musa predilecta de Gerda y se mudaron a París en 1912. Lili quería reafirmarse como mujer, sentía que su cuerpo era “un error de la naturaleza”. Comenzó a vestir de manera regular con atuendos femeninos, su esposa la presentaba como la prima de Einar.
Comenzó una etapa de lucha en su vida. En su diario escribió que por momentos dominaba “una mujer irreflexiva, frívola, muy superficial”, en otros “un hombre que podía resistir tormentas”. En búsqueda de ayuda, visitó diferentes médicos que la diagnosticaron como histérico(a) y/o pervertido(a). Lili pensó en suicidarse.
En 1930 se reunió en Alemania con el sexólogo Dr. Magnus Hirschfeld, fundador de la primera organización por los derechos de los homosexuales y transgéneros. Éste le presentó al Dr. Kurt Warnekros en la Clínica de Mujeres de Dresden quien, bajo la supervisión de Magnus, le realizó su primera intervención quirúrgica.
Lili entró al quirófano cuatro veces más. Soñaba con quedar embarazada, por lo que trataron de trasplantarle un útero pero no funcionó. Murió dos días después de la operación producto de un rechazo inmunológico y una infección. Su vida fue plasmada en el libro La chica danesa, que luego fue adaptado al cine.