Con 40 años de carrera y más de 100 películas y series de televisión en el cuerpo, Isabelle Huppert sigue consolidándose una y otra vez como una de las mejores actrices del mundo. Así lo volvió a demostrar con su brillante interpretación en “Elle” de Paul Verhoeven, que le dio un Globo de Oro y el aplauso entusiasta de la crítica. Huppert no ha hecho el camino sencillo, sus personajes suelen ser perturbadores, intensos y oscuros. Para ella el cine no vale la pena sin transgresión, por eso mismo se ha distinguido por ser una actriz de carácter.
La musa de Claude Chabrol y Michael Haneke creció en Ville d’Avray, una comuna campestre de Francia, su madre era profesora y su padre gerente de una empresa de cajas fuertes. Debutó en el cine en 1971 siendo muy joven y recibió su primera nominación a los Premios Cesar por su personaje protagónico en Aloïse. Luego vinieron muchísimos premios y personajes tan emblemáticos como Anne Bronte y Madame Bovary. Junto con Catherine Deneuve ha sido la actriz francesa más nominada a los premios Cesar. La colorina no para, mientras “Elle” la vuelve a coronar está pronta a estrenar otra película dirigida por Haneke que se llama “Happy End” y trata sobre la crisis de los refugiados -algunos críticos han dicho que ese rol prueba que es de las mejores actrices vivas-. Hace poco también volvió a compartir escena con su antiguo compañero Gerard Depardieu en la cinta “Madame Hyde”.
Huppert ha asumido el feminismo con naturalidad: “Si ser feminista es que nos choque
que haya desigualdades para las mujeres frente a los hombres, claro que lo soy”. Sobre la eterna pregunta de qué se siente envejecer en pantalla, la actriz ha señalado que las mujeres son más misóginas, precisamente por su propio miedo a envejecer.