Judith Butler es una de las más influyentes filósofas contemporáneas en los estudios de género. A lo largo de su carrera ha estudiado, desobedecido y desilachado los límites de los géneros para así dar origen a la teoría Queer. Sus escritos inspiran la teoría sobre la homosexualidad, han iluminado al feminismo contemporáneo, y han construido un pensamiento no binario sobre el género que, de paso, otorga una liberación al cuerpo.
Nació en Cleveland, Estados Unidos, el 24 de febrero de 1956, en una familia judía y poco numerosa. Sus padres estuvieron siempre implicados en política y, según ella, encarnaron el estereotipo hollywoodense, de mujer muy femenina, hombre muy masculino. A la antigua. No fue una muy buena alumna en el colegio y era considerada una “niña problemática” porque desobedecía las órdenes de sus profesores. Es así que a sus 11 años la directora de su colegio alertó a su familia de que la pequeña y rebelde Judith pudiera convertirse en delincuente. La expulsaron de la escuela.
Eso no importaría: estudió filosofía en Yale hasta alcanzar un doctorado, y luego siguió estudios de postgrado en distintas partes del mundo e importantes universidades. Su primera publicación destacada fue en 1988, con el ensayo “Actos performativos y constitución del género”, donde explica que el género sería algo que uno interpreta frente al grupo social, con una especie de “guión” heredado por la experiencia histórica. Le seguiría su libro más famoso, “El Género en Disputa” (1990). Ahí subraya más sus postulados, donde el género no es algo natural, sino que lo binario se da por construcción social. Así, la mujer o lo femenino, pasa a ser algo político. El libro abrió el camino para más estudios de lo queer, y abarcar minorías dentro de lo femenino.
Su destacada carrera como académica ha transitado en las más prestigiosas casas de estudio de EE.UU, participa activamente en organizaciones de Derechos Humanos, y ha escrito más de una quincena de libros, como Cuerpos que importan (1993). Mecanismos psíquicos del poder (1997), Excitable Speech (1997) y El grito de Antígona (2000); entre otros. En 2006 se publica el documental “Judith Butler, Filósofa en todo Género” donde se aprecia un poco más de su vida íntima. “No hay una sola identidad. Yo viajo de la una a la otra”, dice al comenzar la pieza cinematográfica.
Recibió el Premio Adorno de la Ciudad de Frankfurt en 2012 por sus contribuciones a la filosofía feminista, y tiene títulos honoríficos en más de 10 universidades. Actualmente ocupa la cátedra de Maxine Elliot, y es profesora del departamento de retórica y literatura comparada en la Universidad de
Berkley, EE.UU.