Kishida Toshiko fue la primera mujer japonesa conocida por pronunciar discursos políticos-feministas durante el período de modernización y occidentalización de su país. Escritora y activista, integró el movimiento reformista conocido como “las feministas de la primera ola de Japón”.
Pasó gran parte de su niñez con su mamá, quien le inculcó el deseo por mejorar el estatus de las mujeres y promover su independencia económica y social. Cuando comenzó el proceso para abolir el sistema feudal, las mujeres quisieron participar del cambio.
Tutora de la Emperatriz Haruko, fue la primera plebeya en ocupar un cargo como este. En 1882, dejó el Palacio Imperial y viajó a Osaka donde dio su primer discurso. Se unió al Movimiento por la Libertad y los Derechos del Pueblo e hizo giras como oradora.
A los 20 años pronunció el discurso “Hijas guardadas en cajas”, haciendo referencia a las
a las restricciones que les imponían sus padres. Afirmó que con esto más que cuidarlas, provocaban que quisieran huir para alcanzar su libertad. Cuando terminó de hablar, la apresaron argumentando que el contenido era ilegal y no contaba con un permiso.
Estuvo ocho días presa. El arresto capturó la atención de los periódicos, su preocupación por las diferencias entre hombres y mujeres se hizo escuchar en todo Japón.
Su ensayo “A mis hermanas”, firmado con el seudónimo Shōen, se considera como la primera proclamación escrita -por una mujer- sobre los derechos de la mujer en Japón. En opinión de Kishida, que las mujeres carecieran de derechos no sólo las hacía infelices y dependientes de los hombres, sino que también privaba a éstos de experimentar una relación feliz basada en el amor y no en el poder.
En 1884, Kishida se casó con Nakajima Nobuyuki, quien trabajó como activista político en el Partido Liberal. En un viaje ella se contagió de tuberculosis. Él renunció a su trabajo para cuidarla y luego también se enfermó. Murieron con dos años de diferencia.