Ochenta años y un día tiene Jane Fonda. Una mujer tan multifacética que se llegó a transformar en un ícono, desde símbolo sexual hasta activista política. Jane Fonda las hace todas porque habita lejos del temor a los estereotipos.
En la década de los 60s una joven Jane, hija del legendario actor Henry Fonda, comenzó a brillar en la pantalla y fue con su personaje de “Barbarella” en la película de ciencia ficción de RogerVadim (1968) que se alzó como ícono sexual al mismo tiempo que su actuación en la cinta “They Shoot Horses, Don’t They?” de Sydney Pollack le valió una excelente crítica y su primera nominación al premio Óscar. Su rol en “Klute” de Alan J. Pakula (1971) terminó de consagrarla como actriz de caracter.
En esa época Fonda también destacó como activista política por el rol que tomó en contra de la guerra de Vietnam, incluso viajó a Hanoi en medio del conflicto para manifestar su posición pacifista (de lo cual ha dicho luego haberse arrepentido). Más adelante asumió con entusiasmo otras causas ecologistas y también feministas.
En los años ochenta vistió calzas e invitó a las dueñas de casas a ejercitarse en sus hogares siguiendo sus famosos videos de aerobics. Como empresaria fundó su propia compañía de cine, IPC Films, con la cual produjo una serie de películas de éxito internacional. En su carrera como actriz además ha ganado dos premios Óscar (de siete nominaciones), cuatro Globos de Oro, dos premios BAFTA y un premio Emmy.
En 1991 anunció su retiro de la industria pero volvió al cine en 2005, mismo año en que lanzó su libro autobiografico; “My Life So Far”. A los ochenta años Jane Fonda sigue totalmente vigente y espléndida, protagonizando producciones de Netflix como la serie Grace and Frankie y la cinta “Nosotros en la noche”, junto a Robert Redford.
Como si fuera poco, Fonda es una verdadera sobreviviente; su madre se suicidó cuando ella era una niña y por lo mismo tuvo una relación difícil con su padre durante décadas. Además atravesó tres matrimonios, se recuperó de un cáncer de mamas y de un trastorno alimenticio.
Recientemente, y en el contexto de la ola de denuncias de abuso sexual, Jane contó que fue abusada cuando tenía 12 años: “He sido violada, he sido abusada sexualmente cuando era una niña, me despidieron porque no quería acostarme con mi jefe y siempre pensé que fue mi culpa”.