Jaha Dukureh es una activista gambiana que ha dedicado su vida a luchar por la erradicación de la mutilación genital femenina (MGF).
Jaha nació en Gambia y fue sobreviviente de esta práctica cuando apenas tenía una semana de vida. Más tarde, también sería sometida a un matrimonio forzado cuando tenía solo 15 años. Su experiencia, y la llegada de su hija, la impulsaron a alzarla voz por las niñas y mujeres del territorio africano: ‘Ser madre me convirtió en activista’.
Su trayectoria como defensora comenzó con su valiente testimonio sobre los efectos devastadores de la MGF en su vida personal. Fundó “Safe Hands for Girls”, una organización sin fines de lucro que se enfoca en la prevención de esta práctica, brindando apoyo a las víctimas.
Su labor se ha extendido globalmente, abogando incansablemente por políticas y programas que protejan a las mujeres y niñas de la MGF y promuevan la educación sexual y los derechos reproductivos. Además, en colaboración con otras organizaciones de mujeres y de la sociedad civil, apeló al gobierno de Gambia, contribuyendo en la prohibición de esta práctica.
En 2016 la activista fue parte de la lista Time 100 de las personas más influyentes del mundo. En 2017 fue reconocida como una de las 100 personas africanas más influyentes por la revista New African; mismo año en el que no solo protagonizó la película documental “Jaha’s Promise” que retrata su vida y lucha contra la MGF, sino que también fue condecorada con el galardón “Activista por los derechos humanos y la ayuda humanitaria del año” en los Premios de la Diáspora Africana.
En 2018, ONU Mujeres la designó como Embajadora Regional de África: “No tendremos igualdad hasta que las niñas puedan crecer teniendo el control de su cuerpo y de su futuro”, declaró la activista ante el organismo internacional.