Hipatia suele ser más popularmente conocida por su muerte que por su vida. Fue su asesinato el que se convirtió en leyenda y que ha sido reproducido en pinturas y enciclopedias. La convirtió en una mártir del conocimiento, pero su vida, como la primera matemática y científica de la que se tiene conocimiento, también merece ser narrada.
Aunque los estudios de Hipatia no sobrevivieron al paso de los siglos y al trágico final que sufrió, su vida y enseñanzas ha sido recontruida a través de cartas de sus discípulos o descripciones de terceros. Sócrates el Escolástico, por ejemplo, escribió: “Llegó a tal grado de cultura que superó a todos los filósofos contemporáneos, heredó la escuela platónica que había sido renovada en tiempos de Plotino, y explicaba todas las ciencias filosóficas a quienes lo deseaban. Por eso quienes deseaban pensar de modo filosófico acudían hacia ella de todas partes».
Hipatia era la única hija de Teón, el astrónomo. Creció y se educó en Atenas, siguiendo los pasos de su padre, una rareza en una época en donde las mujeres no se educaban. Según Damascio de Damasco, otro de los que recogieron la historia de la pensadora, la hija superó al padre. Escribió: “No se contentó con el saber que viene a través de las ciencias matemáticas a las que él la había introducido, sino que, no sin altura de su espíritu, se dedicó también a las otras enseñanzas filosóficas”.
Hipatia se trasladó a Alejandría, donde fue la líder de la escuela neoplatónica. Le impartía sus conocimientos a todos: cristianos, judíos y extranjeros, en medio de tiempos políticamente turbulentos ya que los obispos que lideraban al pueblo se volvían cada vez más intolerantes frente a los no cristianos, sobre todo si enseñaban conocimientos fuera de las escrituras. Precisamente eso hacía Hipatia, una de las últimas representantes de la tradición filosófica de la ciudad. Según las cartas de su discípulo Sinesius, Hipatia enseñaba matemáticas y astronomía, y también a usar instrumentos como el astrolabio.
La filósofa congregaba multitudes mientras enseñaba sobre Platón. Así, como figura pública que aleccionaba conocimientos paganos, Hipatia quedó en medio de guerras de poder. Aunque no se ha probado que Cirilio, el arzobispo de Alejandría, haya ordenado su muerte, lo cierto es que la lucha de este con el gobernador Orestes, cercano a Hipatia, al parecer influyó en su sangriento final.
Y así llegamos al triste momento de su muerte. Tras una vida dedicada al conocimiento y su propagación: en el año 415 (o 416, dependiendo de la fuente), la filósofa fue detenida en un carruaje por una turba cristiana enardecida. Fue arrastrada, desnudada y torturada a golpes y una vez muerta, fue quemada.
* Esta bacana es parte de nuestro libro Mujeres Bacanas.