Griselda Hinojosa fue la primera mujer en terminar la carrera de farmacéutica en Chile, formando parte del primer grupo de mujeres en recibir un título universitario en Chile. Esto tras del decreto de Amunátegui de 1877, donde se declara que las mujeres deben ser admitidas a rendir exámenes válidos para obtener títulos profesionales, con tal que sometan, para ello, a las mismas disposiciones que están sujetos los hombres.
Nació en Copiapó y estudió en la Escuela Particular de Niñas Rafael Valdés y luego en el Liceo de Niñas de Copiapó. Además fue una de las 3 mujeres admitidas en el Liceo de Hombres para seguir el curso superior de Ciencias Naturales mediante el Estatuto de 1879. Entró a estudiar a la Universidad de Chile para obtener su título de farmacéutica en diciembre de 1899, aunque más adelante ella ya se definía como química farmacéutica, anticipándose medio siglo a la actual denominación.
Viviendo en una sociedad conservadora, Griselda se destacaba por ser anticlerical, radical, librepensadora, positivista, racionalista y por tener reflexiones feministas. En esa época las farmacias eran verdaderos centros de discusión, y ella era una de las pocas mujeres admitidas en este entorno.
Tras salir de la universidad ejerció su profesión en la Botica y Droguería de Copiapó hasta 1909, para luego fundar junto a su marido la Farmacia Manuel Antonio Matta, en Santiago.