Cuando el sudafricano Wayde van Niekerk ganó medalla de oro en 400 metros y rompió el récord mundial que le pertenecía a Michael Johnson desde 1999, las cámaras enfocaron a una anciana que celebraba extasiada. No era simplemente una abuela orgullosa, era su entrenadora y la responsable de su triunfo; Ana Sophia Botha es de Namibia, tiene 74 años, varios nietos y fue atleta profesional entre los años 50 y 60.
Botha venía observando a van Niekerk hace años en distintas competiciones de atletismo. El 2013 se reunió con sus padres, ambos ex atletas también, y trazaron un plan de entrenamiento. Una de las principales decisiones fue que el corredor se pasara a los 400 metros para aprovechar mejor sus condiciones físicas.
Ana Sophia Botha declaró que su secreto es simple: “robar ideas de entrenamiento. Si veo que algo puede funcionar con mis atletas, trato de implementarlo”. Así, a sus 74 años, sigue en las pistas.