Destacada pintora barroca boloñesa que dirigió el primer taller para mujeres, contraviniendo todas las costumbres de la época de que la pintura era un oficio reservado para los hombres.
Fue hija de Giovanni Sirani, también pintor. A pesar de tener grandes habilidades para el dibujo desde pequeña, su padre no le permitió formarse en la pintura, que era una materia reservada para el ámbito masculino. Se inició formalmente a eso de los 12 años cuando el conde Carlo Cesare Malvasia, un influyente crítico de la época, admiró sus dibujos y le dio su apoyo. De todos modos, por ser mujer, Elisabetta no pudo acceder a una academia y tuvo que educarse en el taller de su padre, por lo que tampoco se le permitió dibujar desnudos con modelos vivos y se tradujo en una menor destreza en el dibujo anatómico.
A sus 19 años ya era una pintora profesional y tuvo la oportunidad de hacerse cargo del taller de su padre porque él quedó inválido. Elisabetta tuvo a su cargo el primer taller que no dependía de una figura masculina y que, además, trabajaba exclusivamente con mujeres. Trabajaron con ella un total de hasta 12 pintoras entre las que estaban sus hermanas menores. Produjo más de 200 pinturas y cientos de dibujos, convirtiéndose en una artista extremadamente prolija. La mayoría de sus obras están firmadas, al contrario de sus pares masculinos en la época. Se cree que hacía esto porque no quería que su trabajo fuera confundido con el de su padre.
Una de sus características más connotadas era la rapidez con la que pintaba. Como tenía tantas obras, muchos dudaban que fueran efectivamente de su autoría, y para probar su excelencia invitaba a quienes la acusaban a verla pintar retratos en vivo en una sola jornada. En sus obras representa pasajes bíblicos o mitológicos, la mayoría de las veces con mujeres como protagonistas para destacarlas por sobre los hombres.
Murió a los 27 años de manera súbita y se creyó que había sido envenenada. Tras una autopsia se descubrió que había sido una peritonitis. Su funeral incluyó música e intervenciones poéticas, una figura de ella a tamaño natural y un monumento donde se depositó su cuerpo.