Elena Tito Tito fue una maestra alfarera chilena reconocida como Tesoro Humano Vivo por su trabajo de artesanía tradicional atacameña, y por mantener vivos saberes y ceremonias ancestrales de su pueblo.
Nacida en Río Grande en San Pedro de Atacama, Elena Tito aprendió la alfarería gracias a su abuela, quien era maestra de esta técnica. El oficio data desde los años 3.000 a.c y ha sido traspasado a lo largo de los años a través de un legado generacional, símbolo de la cultura tradicional atacameña.
Creadas a partir de greda de la zona norte, las piezas de utilerías históricamente utilizadas para ritos ceremoniales propios de los pueblos originarios buscaron plasmar la cosmovisión indígena y la herencia incaica previa a la colonización española con figuras zoomorfas y antropomorfas.
El trabajo de Elena Tito fue fundamental para recoger y mantener esta cultura tradicional, que posee un valor más allá del trabajo de alfarería, sino también en el proceso de recolección del barro para fabricar estas piezas. Es aquí donde se despliega un trabajo riguroso para elegir el material, pero, a la vez, un rito ceremonial en el que la maestra alfarera realizaba una ceremonia simbólica y de conexión espiritual para agradecer y solicitar a la tierra el barro.
Elena no sólo mantuvo este saber, sino que lo traspasó a los habitantes de la zona a través de talleres, encuentros culturales y ferias. En 2015 la maestra alfarera fue reconocida como Tesoro Humano Vivo por desarrollar la alfarería tradicional atacameña, tanto por su técnica y estética, como por mantener un legado ancestral y generacional propio de la zona norte del país. Falleció este año, y es su hija quien continua con el oficio y su legado.