Académica pionera en sociología feminista, la inglesa-canadiense Dorothy Smith desarrolló la etnografía institucional (IE), conocida inicialmente como “una sociología para las mujeres”. Cofundó el Centro de Investigación de la Mujer en Vancouver y el Centro de Estudios de la Mujer en la Educación de la Universidad de Toronto, Canadá.
Nació en Reino Unido, hija de una química farmacéutica sufragista y un empresario de clase media, a sus 18 años se empleó en una fábrica industrial durante la Primera Guerra. Allí comprendió lo que significaba vivir como trabajadora, por lo que decidió hacer un curso de trabajo social en la Universidad de Birmingham.
Luego estudió Sociología con especialización en Antropología Social en la Escuela de Economía de Londres. Conoció a su esposo y juntos emigraron a Estados Unidos, donde se doctoró en Sociología de la Universidad de California en 1963. Ahí enseñó por un par de años; era la única mujer docente en la facultad. Profundizó la Teoría del punto de vista feminista para analizar el mundo desde la base de que las experiencias difieren según el espacio, el tiempo y las circunstancias; incluyó los conceptos de “raza, clase y género”.
Tras divorciarse, regresó a su país e impartió clases en la Universidad de Essex. Más tarde se mudó con sus hijos a Canadá para dictar una cátedra en la Universidad de Columbia Británica, Vancouver, donde co-creó el Programa de Estudios de la Mujer. En 1977, se trasladó a Toronto para trabajar en el Instituto de Estudios en Educación de Ontario. Después se convirtió en profesora adjunta de la Universidad de Victoria.
Por sus contribuciones a la transformación de la sociología, la Asociación Americana de Sociología la distinguió con el Premio Jessie Bernard. Por su libro «El mundo cotidiano como problemática: una sociología feminista», la Asociación Sociológica Canadiense y la Asociación Antropológica Canadiense le otorgaron el premio John Porter. En 2019 la nombraron miembra de la Orden de Canadá.