Fue una reconocida artista y pilar fundamental en la creación del mítico Taller 99. Dinora Doudtchitzky desarrolló una importante carrera como docente de la cátedra de grabado en la Universidad Católica y dedicó toda su vida a plasmar en sus obras la belleza de las cosas más sencillas, su mirada comprometida con la naturaleza y su búsqueda espiritual.
Nació en Odessa, ciudad a orillas del Mar Negro, en Ucrania. En 1924 emigra junto a su familia hacia Argentina. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires y a los 25 años viajó a Chile gracias a un concurso de pintura, país del cual nunca más se iría.
Se nacionalizó chilena, y jugó un importante rol en la creación del Taller 99 junto a Nemesio Antúnez, donde comenzaría su vocación por el grabado, que luego la llevaría a ser una destacada docente en la Universidad Católica, por más de 22 años.
De carácter afable, es recordada por colegas y alumnos como alegre, siempre dispuesta a ayudar y enseñar. Estuvo a la vanguardia de las técnicas en grabado, hasta que el paso de los años imposibilitó que continuara trabajando en esa especialidad, volcándose al esmalte sobre metal.
Son las “Ciudades” las que hicieron de su obra en grabado una de las más novedosas y técnicamente complejas de la escena nacional de los 60 y 70. Esta temática nos lleva al imaginario que la artista cultivó durante sus primeros años de vida en Odessa y que le permitió generar un lenguaje propio.
Fue a través de la acuarela que su mirada se volcó hacia el paisaje. Su extremo sentido estético y su profundo desarrollo espiritual, a través del yoga y la meditación, la llevaron a plasmar en estas obras su particular conexión con la naturaleza.
“Mi gran lucha es tratar de decir las cosas con los medios más sencillos, y justamente, conseguir la sencillez de la técnica es una de las cosas más difíciles…” (c.1950). Doudtchitzky dejó en manos de su familia una gran cantidad de obras inéditas que hoy nos permiten profundizar en su legado, a través de la exposición “La otra luz de Dinora Doudtchitzky”, que se presenta en el Museo Andino hasta el 1 de septiembre.