Carolina Rodríguez, Crespita, es la única mujer chilena que ha obtenido un título mundial de boxeo. En su niñez en Huechuraba ya le decían “Fosforito”, porque todo lo solucionaba a golpes. Mientras su mamá la retaba y su padre no sabía qué hacer ante la niña que volvía aporreada, Carolina tenía la certeza que era mejor que los hombres, pues les ganaba en todas las peleas.
Estudió para contadora, y a los 21 años decidió inscribirse en una clase de aerobox para bajar de peso. Fue aquí donde su vida cambió, un compañero la invitó a probar con el kickboxing en la escuela de Claudio Pardo, su futuro entrenador y pareja, quien reconoció rápidamente el talento y perseverancia de Carolina. A los pocos meses ya estaba compitiendo profesionalmente, debutó en su primera pelea en 2004, ganándole a la chica más experimentada de Chile, que llevaba 7 años entrenando, mientras Carolina sólo llevaba tres meses aprendiendo a pegar. Se convirtió en campeona nacional, y luego vinieron victorias en torneos nacionales e internacionales, adjudicándose cinturones por sus triunfos en categorías de entre 51 y 56 kilos. Logró ser cinturón negro todavía teniendo 21 años.
El 2005 abandonó para siempre su trabajo de oficina y se dedicó por completo a entrenar para ser la mejor de esta disciplina. A su mamá eso no le pareció y la echó de la casa pensando que su hija recapacitaría. Fue todo lo contrario, el impulso le dio fuerza para seguir logrando más victorias, y a la vez realizar los sacrificios de la precariedad del deporte y la falta de auspicio, endeudándose para salir a competir, viviendo en cualquier lugar y armando junto a Pardo, un gimnasio donde era profesora y recepcionista. En cuatro años se convirtió en campeona chilena, sudamericana y panamericana de kickboxing.
Fue en 2010 que Pardo pensó en el potencial de Crespita para el boxeo. Mientras veía una pelea entre dos mujeres por un título mundial, pensó que ninguna le ganaría a Carolina. Con 27 años, Crespita debutó en el boxeo en el Club México contra la argentina Natalia Bruga. Tres años después, tras vencer a la venezolana Ana María Lozano, el 31 de agosto de 2013, Carolina obtuvo el título mundial de peso gallo de la Asociación Internacional de Boxeo Femenino (WIBA). Así todo el esfuerzo de Carolina se transformó en ser la primera mujer chilena en obtener un título mundial profesional de boxeo.
Luego vino otro triunfo en 2014 cuando se adjudicó el título mundial de peso gallo de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) al ganarle a la mexicana Janeth Pérez. Carolina se convirtió en la “Crespita” para los chilenos y defendió su título mundial de la FIB contra la colombiana Dayana Cordero en el Estadio Nacional que fue transmitido por TVN, con un alto ranting y la posterior invitación de la Presidenta Michelle Bachelet a La Moneda. La tercera vez que tuvo que defender su título, contra la japonesa Tenkai Tsunami, contaba con alfombra roja, Rafael Araneda animando y Chilevisión transmitiendo. Tras la victoria recibió una invitación para entrenar durante un mes en el gimnasio de Floy Mayweather, el 5 veces campeón mundial.
Tras sus 15 victorias profesionales, y ninguna derrota, hoy la Crespita está disfrutando de su maternidad, a la espera de volver a entrenar y recuperar su título mundial que tuvo que dejar debido a este receso.