Era considerada una verdadera niña prodigio: antes de cumplir quince años, ya había publicado dos novelas que recibieron el aplauso de la crítica, y además poemas. Barbara Newhall Follett fue una talentosa escritora, de vida muy corta.
Nació en New Hampshire, y era hija de un editor y crítico, y de una escritora de libros para niños, así que de muy temprana edad Barbara estuvo expuesta a la lectura y sus padres fomentaron su escritura; su primer poema lo escribió a los cuatro años. Apoyada por sus padres, a los 12 años publicó su primera novela, The house without Windows, o La casa sin ventanas, la que fue acogida por la famosa editorial Knopf. Fue aplaudido como un “una pequeña historia destacable” por The New York Times, y contaba la historia de una niña solitaria que decidía irse a vivir a lo salvaje. Luego la joven se embarcó en una excursión de diez días a Nueva Escocia, bajo la tutela de un amigo de la familia, y a su regreso, con catorce años, publicó su segundo libro, The vogaye of the Norman D. Para ese entonces, Barbara Newhall Follett era famosa como la niña prodigio de la literatura estadounidense.
Pero las cosas pronto cambiaron: el padre de Barbara dejó a su madre por otra mujer, y la vida de la joven se desarmó. Sin un ingreso fijo, madre e hija primero se embarcaron en un viaje de seis meses, y a su regreso buscaron desesperadamente trabajo. Barbara se convirtió en mecanógrafa en Nueva York, pero en medio de la dura Depresión económica de su país; no había tiempo para escribir.
Eventualmente se casó con un hombre llamado Nickerson Rogers. Aunque partió como un matrimonio feliz, pronto se transformó en pesadilla, y Barbara, deprimida, desapareció. Su marido no la reportó como perdida por dos semanas, y cuando lo hizo, dijo que la joven escritora había simplemente salido de la casa un día, sólo con 30 dólares en el bolsillo. Nunca más se supo de su paradero. Tenía 25 años.
Póstumamente se han recuperado algunos de sus manuscritos no publicados, como Lost Islands y Travels without a donkey.