A lo largo de su trabajo como activista, la nepalí Anuradha Koirala ha rescatado a más de doce mil niñas de las redes de tráfico sexual.
Nació en Rumjatar, y desde pequeña fue a un colegio católico en Kalimpong, donde ha dicho se le despertó el espíritu por el trabajo solidario y de caridad. Durante sus primeras dos décadas como profesional, se dedicó a la enseñanza. Y aunque el trabajo con niños le gustaba, sentía que debía hacer más cosas por las mujeres de Nepal.
En 1993 Koirala fundó Maiti, una organización sin fines de lucro para acoger a las víctimas de tráfico sexual de su país, que suelen ser enviadas a India. Las que lograban ser liberadas a veces eran rechazadas por sus propias familias, y no tenían donde ir. Así, Koirala les ofreció cobijo a través de Maiti, la que hoy ya cuenta con un hogar de rehabilitación en Katmandú, a demás de casas de tránsito en la frontera, tres casas de prevención en el mundo rural y un colegio. Así, las jóvenes rescatadas de prostíbulos en India, pueden recurrir a Maiti para luego seguir a sus casas, o estar ahí hasta lograr mantenerse por sí mismas.
Hoy Anuradha, quien ha recibido más de cuarenta premios internacionales por su trabajo de varias décadas, ha expandido el servicio de su organización, con programas de prevención, operaciones de rescate, ayuda legal, programas de empoderamiento y entregando terapia retroviral a los niños y mujeres que han sido contagiados de VIH.
El 5 de septiembre se celebra en Nepal, tras los esfuerzos de Anuradha, el día en contra del tráfico sexual. En 2017, se unió al partido político Congreso Nepalí y ha sido nombrada la primera mujer gobernadora de la Provincia tres de su país.