Fundó y lideró por años Comparte tu Libro, proyecto autogestionado que busca disminuir las desigualdades en el ámbito educativo incentivando la lectura. Antonia Carrizo trabajó como voluntaria en hospitales, organizó charlas con “lectores modelos” y ayudó a construir bibliotecas en escuelas rurales. Fue una de las cinco elegidas como Bacana Sub 30 en 2020, por Mujeres Bacanas y el Programa de la Autoestima de Dove.
Yessica, su mamá, y César, su papá, son profesores de educación básica. En su infancia era difícil que le compraran libros, aunque sus tíos siempre le regalaban. El primero que la marcó fue “Diario de Nikki”, Antonia se sintió la protagonista del relato. Comenzó a apreciar la lectura como una llave para acceder al conocimiento.
En octavo básico decidió presentarse para ser presidenta de curso, y tenía que pensar una idea para su campaña. Observando a sus compañeras se dio cuenta de que muchas intercambiaban libros. La biblioteca de su liceo, el Carmela Carvajal, no tenía los títulos que las escolares querían leer.
Crearon catálogos de textos; una delegada por curso se encargaba de “traficarlos” entre una persona y otra. Implementaron un sistema de economía colaborativa, y lo que partió como un movimiento se estaba transformando en una comunidad.
En junio de 2017 se realizó la primera actividad exclusiva para miembros de Comparte tu Libro. El invitado estelar que tuvo el ciclo de “lectores destacados” fue Álvaro Díaz, codirector de la serie 31 minutos. Fue un éxito. Antonia soñó con replicar lo que estaba haciendo en su liceo en otros lugares de Chile y lo logró. El equipo estaba seguro del impacto positivo que tiene la lectura en el mejoramiento del capital cultural. Se contactaron con la escuela Poetisa Gabriela Mistral ubicada en Carahue, Región de la Araucanía, y ofrecieron formar una biblioteca. En dos semanas juntaron 300 libros.
Para Antonia leer es la mejor forma de educarse, de abrir nuestra imaginación. Culturas, religiones, incluso olores. Quiere que todos tengan esa oportunidad. Con “Detectives Salvajes” de Roberto Bolaño conoció el mundo bohemio, se puso en los “zapatos de esos poetas”. Por Arthur Rimbaud quiere viajar a Francia e ir a su casa-museo.
Comparte tu libro representó a Chile en “Concausa”, iniciativa que difunde propuestas de innovación social que los adolescentes y jóvenes de América están desarrollando en sus comunidades
Una noche, hablando con una amiga, Antonia reflexionó que era necesario ir a otros lugares donde no se estuviera leyendo: los hospitales. Descubrió que su pediatra trabajaba en el Roberto del Río y le escribió: “Doctor es necesario hacer esto. Va a ser un trato de adolescente a adolescente”. Él la contactó con la doctora Dominga Figueroa quien le dio el vamos. Desarrollarían su plan en el área de psiquiatría.
En un inicio no las “pescaban”; eran tres estudiantes del Carmela y tres del Instituto Nacional. Cada voluntario acompañó a un paciente durante un mes en su “proceso de descubrimiento” a través de la lectura. Al final del ciclo armaron una antología con sus escritos que Antonia aún guarda.
Quién más la marcó fue Axel, un niño de quinto básico que no sabía leer ni escribir. “¿Cómo fomentamos la lectura en alguien que no sabe leer ni escribir?” Le regalaron un silabario, estaba feliz. Luego la misión continúo en el Hospital Exequiel González, aunque resultó distinto. Los pacientes cambiaban todas las semanas, ahora lo que hacían en cuatro sesiones tenían que lograrlo en una. Ahora eran 22 voluntarios.
Cuando Antonia tenía 16 años realizó una charla TED. Amante de Felipe Camiroaga, se sintió honrada cuando TVN invitó al equipo a protagonizar un capítulo de la serie de documentales “Somos los Niños”. Aparecería en la casa televisiva de su ídolo. El año pasado la distinguieron con el premio Mujer Influyente Joven.
Antonia cree que “hay que creer en nuestras capacidades, atrevernos a seguir nuestros sueños, encontrar y armar un equipo con quienes trabajar para lograrlos”. El anhelo de Comparte tu Libro siempre será que los jóvenes lean. Si logran transformar sus vidas a través de experiencias de aprendizaje, su cometido estará cumplido. La clave está en “ver los sueños como metas. Así los bajamos a la realidad y podemos encontrar y construir una ruta para cumplirlos”, sentencia Antonia.