Anna Jarvis es quien instauró la celebración del día de la madre como tradición. Ella nunca fue madre pero quiso homenajear a la suya, aunque años después protestó fuertemente por el giro comercial que tomó la fecha. La historia comienza con Ann Reeves Jarvis una mujer que durante la guerra civil de EE.UU creó unos grupos de trabajos en el estado de West Virginia con mujeres que se dedicaron a cuidar a los soldados y que reclamaban un mejor sistema de salud pública. Reeves solía decir que debía existir un día de reconocimiento para las madres trabajadoras y el servicio que éstas prestan a la humanidad. Dos años después de su muerte, su hija, Anna Jarvis, determinó lograría crear un día especial en memoria a su madre.
En 1907 empezó una campaña a favor de lo que llamó “Día de las Madres”, y durante años envió cartas a congresistas, gobernadores, celebridades y personajes importantes, sin lograr mucha atención. Para 1911 consiguió que todos los estados de la Unión reconocieron el día festivo y, tres años después, se adoptó oficialmente que el segundo domingo de mayo se conmemoraría con un día feriado un homenaje a las madres.
En la medida en que la celebración del día de la madre se fue masificando y tomando una connotación cada vez más comercial, sobre todo para los vendedores de flores y tarjetas, a Jarvis le empezó a molestar y comenzó entonces una campaña para boicotear esta celebración que estaba desviándose de la intención inicial. Incluso Jarvis llegó a ser arrestada por realizar protestas “ruidosas” contra las florerías, que aumentaban sus precios en mayo y amenazó además con demandar a muchas empresas que lucraban con la celebración. También se pronunció contra las tarjetas que venían con textos pre-impresos: “Una tarjeta impresa no significa más que se es demasiado indolente para escribirle de puño y letra a la mujer que ha hecho por uno más que nadie en el mundo”. Ella y su hermana Ellsinore, usaron su herencia para hacer campaña en contra de las celebraciones comerciales del día de la madre.
“Jarvis consideraba que el Día de la Madre era su ‘propiedad intelectual y legal’, y no parte del dominio público“, asegura la escritora Katharine Lane Antolini en su libro “La conmemoración de la maternidad: Anna Jarvis y la lucha por el control del Día de la Madre”. Actualmente solo en los Estados Unidos, el comercio del Día de la Madre representa más de US$23.000 millones.