La activista Andrea Ixchíu, defensora de Derechos Humanos y Comunicadora Comunitaria, lucha por las mujeres indígenas de Guatemala. Difunde sus voces y trabaja por revelar el ecocidio que se está llevando a cabo en su país: “Otro mundo es posible”, ha dicho.
Nació en Guatemala, el país más indígena de América después de Bolivia. Perteneciente a la etnia indígena maya-quiché, desde la infancia organizó campañas locales para evidenciar la violencia contra las mujeres en su comunidad.
Utilizó la tecnología digital y sus propios medios para socializar las historias de las mujeres indígenas, sus luchas y las vulneraciones que sufrían: la violencia machista, el feminicidio, la extrema pobreza, el racismo. Para ella era y es imprescindible la autorrepresentación, combatir las narrativas impuestas y recuperar su identidad.
Creó Hackeo Cultural, proyecto que busca “hacer de lo radical un sentido común”. Con estéticas renovadas, ofrece talleres a los jóvenes de estrategias narrativas creativas y enseña sobre la prevención de la violencia de género. Su fin es defender la vida y el territorio; desarticular los sistemas de opresión.
Denunció el aumento de la violencia política, la criminalización y asesinatos de los y las defensoras del territorio por los derechos humanos en Guatemala. Acusó al “pacto de élites” de querer seguir repartiéndose la riqueza del país. Este año el pueblo organizó una huelga general contra el Gobierno por la corrupción y el mal manejo de la pandemia.
Las demandas históricas tienen relación con que se reconozca la diversidad que habita el territorio de Guatemala, que se respeten las formas de autodeterminación de los pueblos indígenas, sus propias formas de administración de los territorios y el cómo se articulan políticamente.
Es especialista en iKNOW Politics, proyecto que busca aumentar la participación y injerencia de las mujeres en la vida política.