Activista hongkonesa, Agnes Chow lucha por la democracia y la libertad de su país; es apodada “la verdadera Mulán”. Fue miembro central de Scholarism, participó en protestas nacionales e integró Occupy Central with Love and Peace (OCLP). Cuando tenía 23 años la arrestaron por “incitar a la secesión”.
Creció en una familia católica apolítica y comenzó su activismo a los 15 años. En 2011 se convirtió en vocera de Scholarism, organización estudiantil que lideró la “Revolución de los Paraguas”. Después se unió a OCLP, movimiento no-violento de ocupación por el sufragio universal, y más tarde cocreó el partido político Demosistō.
En representación de Demosistō, a sus 23 años se presentó como candidata a las elecciones del Consejo Legislativo de Hong Kong. Su campaña tenía dos focos principales: la educación y el ordenamiento territorial. Finalmente, se le prohibió concurrir a las elecciones alegando que su partido apoyaba la “autodeterminación” de Hong Kong.
En 2019, Beijing “propuso” un proyecto de ley de extradición que permitió que los hongkoneses fueran juzgados en China, lo que desató las protestas más grandes que la ciudad haya visto. En respuesta, al año siguiente se implementó la Ley de Seguridad Nacional que criminaliza “cualquier acto de secesión, subversión, terrorismo y colusión con fuerzas extranjeras”.
Acusada de violar la nueva ley, en 2020 la detuvieron por primera vez; al día siguiente la liberaron. Meses después pasó lo mismo. Luego, tras una transmisión que hizo por YouTube, la detuvieron nuevamente por “confesar” haber sido parte del asedio a la comisaría de Wan Chai. De haber sido declarada culpable podría haber sido condenada a cadena perpetua.
Incluida en la lista BBC 100 Women 2020, Agnes estuvo presa por alrededor de siete meses en la prisión de alta seguridad para mujeres Tai Lam. Tras su excarcelación, participó en el Festival Internacional y Foro de Derechos Humanos realizado en Ginebra. Ha sido candidata para el Nobel de la Paz.