Es posiblemente la mayor exponente de arte textil en el mundo. La artista, nacida en Nebraska, tiene 84 años y se mantiene completamente vigente, y más aún, a la vanguardia con sus tejidos experimentales y escultóricos que incorporan materiales naturales y una íntima narración. Hicks va a estar visitando Chile en agosto a propósito de la muestra que trae el Museo Precolombino. Su historia con nuestro país es de larga data porque estuvo casada con el artista francochileno Enrique Zañartu y juntos tuvieron un hijo, además estuvo en nuestro país a finales de los 50s, por lo cual la exposición se llama Reencuentro.
Fotógrafa, escultora y artista textil, su trabajo ha ido evolucionando a través de las décadas y sus inmensas obras siguen ocupando importantes espacios de arte e impresionando al público, como en su gran retrospectiva el año pasado en el Centro Pompidou que abarcó más de 100 obras e invadió al edificio parisino por fuera y por dentro con cascadas de hilos. También instaló sus coloridas telas en Versalles como parte de la exposición colectiva “Voyage d’Hiver”. Su arte también trabaja con lo minúsculo y su materialidad incluye hilos, sábanas, cordones, telas de ropa de enfermería o del ejército.
Sheila Hicks estudió en la Escuela de Arte de Yale, recibió una beca Fulbright para Chile (1957–58) durante la cual fotografió sitios arqueológicos en los Andes y del extremo sur de nuestro país. Vivió algunos años en México, donde comenzó a tejer e hizo clases en la UNAM. En 1964 se radicó en París. En entrevista con El Mercurio, Hicks contó que llegó a Chile gracias a una beca Fulbright. Su profesor, Josef Albers, le mandó una carta de recomendación a Sergio Larraín García-Moreno, fundador del Museo Chileno de Arte Precolombino. Con su hijo, el destacado fotógrafo Sergio Larraín Echeñique, expusieron en el Museo Nacional de Bellas Artes en 1958. También estableció fuertes vínculos con Godofredo Iommi y con Nemesio Antúnez, quien fuera su cuñado.
Fuente: Entrevista de Maureen Lennon, Artes & Letras, marzo 2019.