Zoila Augusta Emperatriz Chávarri del Castillo, más conocida como Yma Súmac (¡Qué linda! en quechua), fue una soprano peruana sobresaliente por su increíble registro vocal, que llegó a abarcar casi seis octavas en tiempos en que las cantantes de ópera alcanzaban entre cuatro y cinco. Fue así como cautivó a millones de admiradores a mediados de la década del 50 a nivel internacional. Yma fue descubierta a los 13 años por un empleado del gobierno cuando ella cantó en un Festival del Sol, realizado en su pueblo natal y ante 25 mil espectadores. La noticia llegó hasta el Ministro de Educación quien arregló un viaje a Lima para ella y su familia, donde Sumac se presentó en un concierto.
Un año antes de su arribo a Lima, el músico ayacuchano Moisés Vivanco había formado la “Compañía Peruana de Arte”. Como estudioso de la música folklórica, Moisés asistió al concierto de Yma y le propuso integrar su conjunto musical. Entonces inició formalmente su carrera a principios de 1942, el mismo año hizo su debut internacional en radio Belgrano en Argentina. Pero su vida no fue fácil. En enero de 1946 se había disuelto la “Compañía Peruana de Arte” e Yma junto a su ahora marido, Moisés Vivanco, decidieron irse a probar suerte a Estados Unidos donde sufrieron una serie de altibajos. Incluso hubo un período en el que se dedicaron al comercio de atún hasta que Sumac quedó embarazada de su primer hijo.
Con el tiempo las cosas mejorarían. Yma logró un contrato con la compañía discográfica Capitol Records, por lo que se mudaron a Hollywood en 1950, teniendo su primer gran concierto allí en agosto del mismo año. Luego, en septiembre, Yma grabó su primer álbum “Voice del Xtabay.” Hasta 1959 Yma grabó seis álbumes para Capitol Records y según sus palabras, cultivó “la música del Perú, aunque un poquito más moderna”. Pese a que en su país natal no obtuvo la fama que merecía, Yma Sumac es considerada la figura más universal que ha dado el Perú y es la única artista peruana que tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.