La calígrafa taiwanesa Tong Yang-Tze mezcla la herencia de los caracteres tradicionales chinos con un giro moderno, lo que la ha convertido en una de las artistas más famosas de Asia. Su caligrafía está presente desde los pasaportes, a museos a estaciones de tren.
Nació en Shanghái, y su familia se mudó a Taipéi cuando era una niña. No tenían mucho dinero, y su padre ordenó a ella y sus hermanos que aprendieran caligrafía. Tong tenía ocho años cuando comenzó copiando inscripciones antiguas desde piedra, y practicó diariamente cien caracteres grandes y doscientos pequeños durante toda su vida escolar.
Fue a la universidad de Taiwán a estudiar arte, y luego trabajó en diseño gráfico y estudió en Estados Unidos. De regreso en Taipei, comenzó a hacer su fusión de lo antiguo con lo moderno en el mundo de la caligrafía, y se hizo famosa por crear obras de caracteres de gran tamaño, los que crea en un pequeño estudio. También destaco al ilustrar famosos textos antiguos y por promover la escritura china a través de las artes visuales.
Las obras caligráficas de Tong Yang-Tze muchas veces se hacen por comisión, para crear la imagen de teatros, o hasta para colecciones de Chanel. Ha colaborado con músicos de jazz, y ha tenido más de 60 exposiciones. Uno de sus trabajos recientes más destacado está en el nuevo museo de Hong Kong, el M+, que es uno de los más ambiciosos de arte moderno en Asia. Para ese espacio, Tong creó una obra con el texto del milenario I Ching, con sus caracteres enrollados alrededor de los pilares del edificio.
Poco dada a las entrevistas, Tong ha explicado que su trabajo puede ser disfrutado desde lo puramente visual o por el significado de las palabras. Y que pinta estos enormes caracteres, como una manera de hacer sobrevivir lo tradicional e incorporarlo al mundo moderno y de internet.