La fotógrafa y publicista estadounidense es recordada por sus imágenes tomadas durante la Segunda Guerra Mundial en el frente ruso-finlandés. Pero antes, durante su carrera de fotoperiodista se había dedicado al diseño y la arquitectura. Bonney además fue la primera mujer que expuso de manera individual en el MoMA, en 1940.
Creció en Nueva York y California. Se graduó de la Universidad de Berkeley en 1916 y realizó un master en lenguas romances en Harvard para luego comenzar un doctorado en letras en Columbia, Nueva York, que terminó en la Sorbonne de París. Therese fue la primera estadounidense en recibir una beca de la casa de estudios francesa. A principios de la década del 30, Bonney acumuló una impresionante colección de fotografías, propias y de colaboradores, y organizó varias exposiciones. Durante ese período también creó Bonney Service, un servicio de prensa que proporcionaba ilustraciones a periódicos y revistas de más de 30 países y cuya especialidad fue el diseño y la arquitectura francesa moderna.
En 1935, volvió a Nueva York para convertirse en directora de la nueva Maison Française, galería que se dedicaba al intercambio cultural entre Francia y Estados Unidos. En 1938 publicó una serie de fotografías que mostraban escenas de la vida cotidiana en el Vaticano.
En noviembre de 1939 viajó a Finlandia para fotografiar los preparativos de los Juegos Olímpicos, pero le tocó convertirse en la única fotoperiodista en el lugar de la invasión rusa de Finlandia durante la IIGM. En mayo de 1940 estaba en Francia, y presenció la batalla entre las fuerzas francesas y alemanas en el río Mosa. Al año siguiente viajó de nuevo por Europa y las imágenes de ese recorrido se publicaron en el libro Niños de Europa (1943), un testimonio desgarrador de los efectos de la guerra. Tras la guerra, volvió a vivir en Francia, continuó fotografiando, escribió una columna para Le Figaro y tradujo obras de teatro francesas para Broadway.
Se le concedió la medalla de la Orden de la Rosa Blanca de Finlandia, también sirvió con la Croix-rouge (Cruz Roja Internacional Francesa). Al final de su vida, Bonney donó su importante patrimonio de muebles a la universidad de Berkeley, además de miles de fotografías y negativos, muchos duplicados entre sí que permanecen en distintas instituciones de los Estados Unidos y Francia.