Poeta y ensayista, Soledad Fariña irrumpió en el mundo de la literatura chilena en los años 80, con más de 40 años. Desde entonces se ha transformado en una referente para nuevas generaciones, complementado por su dedicación a los talleres y la enseñanza. Es la ganadora de la primera versión del premio Plagio a la Creatividad Artística, creado por la fundación justamente para poner en visibilidad y relevancia trayectorias fundamentales que no han sido debidamente reconocidos.
Fariña nació en Antofagasta. Estudió Ciencias Políticas y Administración, para ponerse a trabajar y poder ayudar en casa. Se casó y tuvo hijos, mientras trabajó en Endesa, que en ese momento era semi estatal. Activa políticamente, se unió al Partido Socialista. Luego del Golpe de Estado, termina exiliada entre 1973 y 1978; es allá donde comienza a lanzarse a la escritura, que aunque era un interés y vocación previo, no había tenido posibilidades de desarrollar. La familia regresa a Chile, y Fariña trabaja en lo que puede y sigue estudiando.
En 1985 irrumpe en el mundo de las letras locales con “El primer libro”, sobre el acto de escribir y las experiencias vividas hasta entonces. Luego vendrían “Albricia” (1988), “En amarillo oscuro” (1994) y una decena de títulos más, incluyendo también su versión de las traducciones de Safo, “Ahora mientras danzamos” (2012) y libros de ensayos como “El deseo hecho palabra” (2021).
Fariña ha realizado talleres y cursos, y ha recibido premios como la Beca Guggenheim o el Premio Municipal de Literatura de Santiago.