Crítica literaria feminista chilena, escritora e investigadora, la académica Raquel Olea trabajó en el suplemento de literatura del diario La Época y condujo un programa en Radio Tierra. Dirigió el espacio feminista La Morada. Con su libro «Lengua víbora. Producciones de lo femenino en la escritura de mujeres chilenas» elaboró un catálogo de autoras nacionales.
De niña vivió en el sur de Chile, en Arauco. Perteneciente a una familia conservadora, tradicional y católica, cuando tenía seis años se mudaron a la capital para acceder a una mejor educación. En 1969 se matriculó para estudiar Letras en el Pedagógico de la Universidad de Chile donde se conectó con una nueva realidad.
Hizo su práctica en el Liceo Darío Salas, pero no alcanzó a terminar la carrera. Tras el Golpe de Estado su pareja se exilió en Alemania y ella lo acompañó. Al no hablar el idioma experimentó la soledad; tuvo hijos e hizo un doctorado en Lenguas Románticas de la Universidad Goethe de Frankfurt.
Formó distintos grupos junto a otras exiliadas chilenas, Olea creó uno de lectura. La literatura abrió un mundo de preguntas feministas y culturales y la vida privada en el exilio le mostró un modo de ser mujer exigido socialmente. Se rebeló contra las normativas de género, cuestionó los roles, la división sexual del trabajo y el cuidado de los hijos.
Regresó a Chile en 1985. Se contactó con La Morada para ser parte de la agrupación. Trabajó como profesora en el colegio La Maisonnette. En 1987 co-organizó el primer Congreso de Literatura Femenina. Publicó un artículo sobre el libro «Por la Patria» de Diamela Eltit en la Revista LAR; se podría decir que desde este momento comenzó a difundir crítica literaria.
Reconocida por sus investigaciones sobre la obra de Gabriela Mistral, Raquel fue catedrática en el Departamento de Lingüística y Literatura de la Universidad de Santiago. Ha sido profesora invitada y ha realizado conferencias en distintas universidades, tanto chilenas como internacionales. Por su “habilidad creativa excepcional”, en el 2000 recibió la Beca Guggenheim.